Frente a la emergencia, la ciudadanía está en decisión de asumir compromisos personales y laborales de manera plena, un poco antes de terminar año. Sin embargo, el Fondo Monetario (FMI) no descarta recesión económica mundial.
El pronóstico ideal solo será cuando la pandemia indique luz verde, descendiendo contaminación y aumento de personas en sanidad completa, luego de recuperación, según partes médicos; aún es temprano imaginar el final.
Los deseos se cantarán cuando salga la realidad y, no aguardar lo esperado con anticipos triunfalistas; detrás de la emergencia abundan las mejores intenciones y, se manifiesta solidaridad humana.
Por eso no pasa inadvertida la destinación de 80 mil millones de pesos por parte del presidente del Grupo Aval, Luis Carlos Sarmiento, para enfrentar emergencia y sus efectos; apoyo que exige al Minisalud, el destinatario, aplicar manejo ejemplar a la luz del día.
Es aporte clave para reactivación productiva, tras elevado dólar y receso de actividad laboral por el confinamiento. Se espera resultados respirables, con tasas de interés a 3,75 por ciento, según baja aplicada por el Banco de la República.
De manera gradual volverán producción, comercio exterior y flujo de capitales en medio de panorama tensionado y con dudas, para impulsar desarrollo normal, sin pesimismo y, empujando optimismo moderado.
También hay que seguir los pasos de cumplimiento, con las ayudas económicas a 500 mil familias de escasos recursos en la capital, más aporte mensual de 180 mil pesos, dispuestos por la alcaldía de Bogotá.
En otro escenario está la expectativa frente a empleo y desempleo; materia propicia para acuerdos entre trabajadores independientes, sindicatos, empresarios y Gobierno para evitar despidos y cancelación de contratos por servicios.
Claro, no faltarán controversias sobre la esperada estrategia económica, en producción industrial, manufacturera, comercio, finanzas, y educación en general. Aparecerán los opositores a todo, con portafolio politiquero.
El ámbito se reanimará al ratificar que la guerra pandémica va disminuyendo y, además que continúe la distribución del millón de mercados a familias sin recursos, como programa permanente.
El ángulo destacable es la labor de Ministerio de Salud, con las secretarías locales, departamentales, hospitales Militar, de Policía, Universitario de la Nacional y Corferias, con Unidades para Cuidado Intensivo.
No se olvida reconocimiento a equipos médicos y asistenciales que han cumplido jornadas interminables en laboratorios de Instituto Nacional de Salud e Invima, con respaldo de clínicas particulares.
Así se requerirá mantener seguimiento, con base en experiencia dejada por la emergencia y extender servicios a regiones como Amazonas ignorada con frecuencia.
Colombia, con más sueños, que realidades, tiende al optimismo para terminar la emergencia; Todo es un - Globo de Cuidado- para reiniciar el motor del país, con salvación para muchos.