GUILLERMO LEÓN ESCOBAR | El Nuevo Siglo
Martes, 20 de Noviembre de 2012

El misterio de las catedrales

 

Sin duda alguna no se  hace aquí referencia al magnífico libro de Fulcanelli sino a dos situaciones igualmente sugerentes en dos momentos iguales pero a la vez diferentes en la historia colombiana.

Hubo una catedral en la cercanía de Envigado construida y administrada por Pablo Escobar  y su gente. Allí se declararon presos a su manera; a su manera decían reconocer la majestad del Estado así se rieran de ella e hicieran lo que les venía en gana. Allí estuvieron asilados y protegidos en buena parte por instituciones por ellos infiltradas hasta el día en que se fatigó el Estado de ser un rey de burlas y decidiera imponerse frente al facineroso que escapó dejando atrás las evidencias de la buena vida, de la comodidad y del desgreño así como de la liviandad y el hedonismo de una vida dedicada al irrespeto del forzado placer que ofrecen el dinero y el temor de quien solo sobrevive con la tarifa. Allí se testimonió que se asesinaba. Cuando el Gobierno de entonces comprendió –tarde- que debía hacer algo Pablo se escapó de la catedral.

Hoy en Cuba hay otra catedral ordenada y regida por las Farc. Allí ofician, están en su casa, el ambiente les es propio. El Gobierno es invitado. La guerrilla querámoslo o no “juega con las blancas” y De la Calle que es reactivo ha tenido que hacer acopio de toda su experiencia para guiar el pálido grupo de quienes le asisten no porque carezcan de capacidades sino porque han sido maniatados por el protocolo guerrillero. Al final -a diferencia de Pablo- ellos , los guerrilleros, se quedarán en la catedral cubana y los nuestros habrán de regresar como ha sido dicho por el Presidente si a nada se llega.

Una afirmación interesante está corriendo de boca en boca entre las mujeres del país vinculadas con la izquierda o simpatizantes de la guerrilla y es el estar representadas por Tania -la holandesa- que ha llegado con alguno de ellos un poco más allá de la inteligencia. Parece al decir de algunas que protestan en silencio que la mujer nacional ante los jefes guerrilleros se ha quedado un poco más acá de la inteligencia.

En el ritual de la catedral cubana poco se podrá hacer y poco se podrá pactar  porque Juan Manuel -revio a Oslo- puso en marcha la ley de tierras, la de víctimas, las casas sociales  y una serie de asuntos interesantes como el primer empleo y sobre todo la sensación de estar de cara a un Jefe de Estado que trata de recuperarles respetabilidad a las instituciones y cerrar definitivamente la “presunción de legalidad” que pretenden los subversivos.

Máximo se acogerán a las leyes de la democracia algunos fatigados de la vida guerrillera. Los demás continuarán como narcotraficantes vestidos de camuflado y buscando liderar los espacios de la minería ilegal.

Ojalá tenga éxito el Presidente y que las cosas funcionen hasta el momento que él ha dicho y si no prospera que encuentre claramente la salida más oportuna.

guilloescobar@yahoo.com