¿Hacker o hackeados? | El Nuevo Siglo
Jueves, 17 de Noviembre de 2016

La declaración de Quintana, el director del CTI, juramentada y ante la Corte Suprema de Justicia es la grieta que ha permitido el resurgimiento del escándalo del hacker. Lo interesante es que este segundo tiempo viene a demostrar lo que siempre sospechamos los uribistas. Se trataba de una trampa. Oscar Iván Zuluaga jamás contrató a nadie para que incumpliera la ley. Las declaraciones del hacker Sepúlveda, según las cuales se estaban hackeando información sobre el proceso de La Habana, fueron tan sorprendentes para el país como para el CD y la propia campaña de OIZ. 

Las declaraciones de Quintana demuestran que la investigación de la Fiscalía sobre la campaña de OIZ se inició por información que provenía de la Dirección Nacional de Inteligencia, DNI. ¿Por qué la DNI tenía información sobre la campaña de OIZ? Esa es la pregunta clave.

La respuesta parece ser el inicio de una conspiración de terribles implicaciones. Hay un testigo de la propia DNI que participó en la operación “Penetración”  sostiene que en los archivos de la DNI -si no los han destruido- estaría todo el soporte evidencial. Las pruebas apuntan a que la DNI le pagó 180 millones de pesos, a través de “gastos reservados”, al hacker Revert -quien filmó el famoso video posteriormente publicó por la revista Semana con subtítulos falsos-. La tarea de Revert era implicar a los miembros de la campaña en actividades ilícitas.

Las acusaciones señalan al Almirante Echandía, a Jorge Muñoz, jefe de asuntos internos y a Javier Tarazona, sargento de la Marina. Y aparece un alias Bambino -quien trabaja con la FAC a órdenes del Comando General de las FFAA- quien fue el contacto con Sepúlveda y lo vinculó con Revert, y Bajaña (el peruano). Era la propia agencia de inteligencia la que les vendía la información reservada para poder implicar a la campaña de OIZ en esas compras ilegales.

Denuncia el portal Las 2 orillas, que los tres condenados por filtrar la información reservada de la DNI obedecían ordenes de sus superiores. Revert -el hacker español- confesó ante la W Radio que cuando filmó el famoso video ya estaba trabajando para la Fiscalía y reconoció que otra entidad (¿la DNI?) le había ayudado a hacer el vínculo con esa entidad. Sepúlveda termina confesando unos delitos que fueron montados por Revert, con ayuda de la DNI y la Fiscalía.

Han aparecido también emails que demuestran que el hacker peruano Bajana trabajaba para la DNI y le reportaba también al vicefiscal Perdomo. Tanto este hacker como el español fueron infiltrados en la oficina de Sepúlveda como el camino más expedito para infiltrar la campaña de OIZ. Ellos le hicieron los contactos a Sepúlveda para que comprara la información ilegal que le vendían para poder implicar a la campaña de OIZ.

La trama todavía tiene varios capítulos por descubrirse. Pero empiezan los colombianos a entender por qué el Gobierno tuvo tanto interés en el escándalo del hacker; su intención política ya es evidente. Se entiende la mortificación del exFiscal Montealegre y el ex ViceFiscal Perdomo cuando se sintieron lejanos a Santos, y ajenos al poder. Se comprende ahora la indignación de miles de colombianos que vimos cómo con trampas nos arrebataban una victoria segura en las elecciones presidenciales.