Del caballista al estadista
“Señales de que entendió su reto histórico ante el país”
CADA día que pasa desde el 7 de agosto de 2010, fecha en la cual asumió la presidencia Juan Manuel Santos, obtenemos nuevas señales de que éste entendió su reto histórico ante el país, después de la desinstitucionalización impuesta por el antecesor y su camarilla de ineptos y corruptos. Porque -reconozcámoslo de una vez por todas- eso fue lo que hizo el ranchero del Ubérrimo. Pareciera como si durante toda su vida de clientelismo solapado no hubiera pensado más que en desmontar la democracia y el respeto a los contradictores e imponer la arbitrariedad, la grosería, el insulto y la satanización. Como uno de los tantos dictadorzuelos latinoamericanos de antaño vivía estimulando conflictos.
De ahí que ver y escuchar a Santos nos reconforte y consuele por su discurso pacificador y creador de consensos. Siempre se muestra como lo que es: un demócrata y, sobre todo, una persona bien educada, simpática, amable, que no aleja sino que acerca, así uno no comparta algunas de sus ideas y el hecho de sostener aún, pese a su inconveniencia, personajes vinculados al régimen pasado.
Con motivo del “Premio Mejores Líderes de Colombia” hizo reconocimientos necesarísimos a personajes como el padre Francisco de Roux, Alejandro Reyes, Mónica Roa y especialmente Carmen Palencia, de la Asociación de Víctimas en la restitución de tierras en Urabá, que pese a las continuas amenazas sigue avante en su heroica misión reivindicativa. Los numerosos y mortales enemigos de esta carismática líder no están sólo en Urabá sino en todas partes, especialmente en medios de comunicación que, tecla y micrófono en ristre, critican el programa dizque por carencias fiscales. Allí están los mismos de siempre defendiendo los podridos privilegios que han impedido una reforma agraria que garantice definitivamente la paz en Colombia.
También reconoció el presidente Santos la labor corajuda de la fiscal Vivianne Morales y del general Óscar Naranjo, dupleta que poco a poco, con discreción, serenidad y energía, va reorientando una acción depuradora de la justicia. Destacó, asimismo, el trabajo de los “quijotes” de la comunicación y la opinión libres, entre los cuales resaltó a la revista Semana, a Juanita León, del portal “La silla vacía” y a Daniel Coronell y Noticias Uno, su red independiente que tanto ha contribuido a revelar lo que otros callan por cobardía o intereses espurios.
Finalmente, marcando un contraste radical con su antecesor, citó a Adam Kahane y su libro El poder del amor, que él mismo prologará. ¡Qué maravilla un Presidente que prologa libros y no pone huevos de odio y discordia!
Los “malos” de ayer son los buenos de hoy.
Broche
261 denuncias cursan en los estrados judiciales contra Uribe. ¡Vaya récord!