HERNANDO GARCÍA MEJÍA | El Nuevo Siglo
Viernes, 26 de Agosto de 2011

Epitafios en serio y en broma


“So pretexto de animación empecé con unos cuantos garabateados”


EL  domingo 22 de mayo publiqué en Día D, suplemento literario de este diario, un ensayo sobre el epitafio titulado “Cuando la poesía se escribe sobre las tumbas”, que, como recordarán quienes lo leyeron, constituye un rastreo del género a partir del poeta norteamericano Edgar Lee Masters y su libro Antología de Spoon River. Después, hablando del asunto en Medellín, fui invitado por un círculo literario de la Biblioteca Pública Piloto a dictar una conferencia sobre el tema. Acepté, por supuesto, dada la seriedad del auditorio, compuesto por profesionales jubilados, amantes de las bellas artes y especialmente de la literatura. Al final, para distensionar el ambiente con un poco de humor, propuse que cada quien inventara un epitafio humorístico y lo compartiera. So pretexto de animación empecé con unos cuantos que llevaba garabateados en mi infaltable libretita verde del bolsillo de la camisa.


Hélos aquí:


Del costeño: Lástima no haber traído acordeón para despertar a los vecinos.
Del agiotista: Sólo añoro mi porcentaje.
Del abogado: He aquí otro caso perdido.
Del médico: Ni yo mismo escapé a mi diagnóstico.
De Álvaro Uribe: Y yo que me creía eterno.
De Mockus: Aquí, ya sin nada que pelar.
De Santos: Al fin perdí al póquer.
De Serpa: ¡Mamola! Ahora sí me jodí.
De Samper: Esto sí no fue a mis espaldas.
De Fernando Londoño: Me salvé de devolver las acciones.
De María del Pilar Hurtado: Ahora no toca chuzar sino revolver o soplar.
De Juan Lozano: ¿Por qué sigo como curvo?
De Uribito: Ahora dirán que esta tierrita se la birlé también a los campesinos.
De Diego Palacios: Comienzo a sospechar de las EPS.
De Poncho Rentería: Al fin se me quitó lo payaso.
De César Gaviria: Ciertamente, esto está muy oscuro.
De Belisario Betancur: Lo del Palacio me enmudeció primero.
De Daniel Samper Ospina: ¿Y ahora qué hago sin viejas en bola?
De Fabio Valencia Cossio: Al menos ya no se me nota lo feo.
De Gina Parody: ¿Qué se me hicieron las gafas?
De Marta Lucía Ramírez: Como les iba diciendo…
De Noemí Sanín: La zancadilla a Uribito me volvió futbolista.
De Andrés Pastrana: Aquí sin Nora y los niños.
De Sabas Pretelt: ¿Yo era Sabas o Babas?
De Roy Barreras: Polvo para pomada reeleccionista.
La gente rió con todas las ganas pero al fin nadie se animó a decir nada. Quizás, ya en la casa, cada cual hizo su epitafio, que, sin duda, saldrá a colación en diálogos posteriores.


Uno de mis tweets:
Hacerlo siempre es delicioso. Acostados, sentados, parados, de lado, en la cama, en el escritorio, en el comedor. Leer, claro, ¡malpensados!
@hergamex