HORACIO GÓMEZ ARISTIZÁBAL | El Nuevo Siglo
Domingo, 4 de Septiembre de 2011

El humor constructivo

“Cuando la gracia abrillanta las ideas las adhiere a la memoria”
La  gran cultura ha sido producida por los pueblos alegres. Recordemos a Grecia. Nadie ha superado su vitalidad, su fortaleza, su convivencia y su júbilo. La poderosa Francia repite: Lo que no se pueda decir con humor es mejor no decirlo. No es bueno juzgar a los otros con los ojos cerrados, con los puños apretados, ni iracundos, ni ciegos, ni sordos. Ante los problemas y ante la vida hay que tener el alma abierta de par en par. Debemos pensar con nitidez, con serenidad, ser lúcidos en tiempos oscuros; saber el sitio que habitamos, nuestra exacta residencia en el planeta y mantenernos firmes sin perder terreno, cuando todo se derrumba, o está a punto de colapsar alrededor nuestro.
Hay que ver las cosas como son y no como queramos que sea. Pero sin perder el optimismo. Cuando la gracia abrillanta las ideas, las adhiere a la memoria, las adorna, las hace amar.
A veces pensamos que muchos de los libros y de los artículos de Daniel Samper Pizano se han escrito por amor a la humanidad que tanto necesita reír. El humorista es como un filósofo. Para él toda la grandeza tiene un límite, la felicidad jamás es perfecta y las apariencias no siempre dicen la verdad. García Márquez, hijo de la luz y plenitud caribe, todo lo expresa con transparencia, con arte, con humor y alegría. El chiste, pariente próximo de las cosquillas, es mecánico y vacío. El humor cautiva por su contenido y por su mensaje. El humorista corrige recreando.
El descontento lleva al ceño fruncido, la censura amarga en los labios y el reproche destructor en el alma. Ni el insulto, ni la súplica, ni la execración, ni los suspiros, tienen la fuerza avasallante del humor.
El humor puede hacer reír, y puede no hacer reír, sin dejar de ser humor, porque eso es precisamente lo que se propone, a diferencia del chiste, que como éxito culmina en la carcajada. El humor se conecta más con el corazón. El chiste o lo ingenioso se dirige más al cerebro. Si el humor quisiera decir carcajada se concedería a sus cultivadores más importancia que al bufón. La política, el humanismo, la economía, la ciencia deben tener en este tiempo de histeria una gran dosis de humor. El humor hace menos feroz al hombre. Lo vuelve amable, receptivo, amigo de la fraternidad y de la convivencia.
La risa indica que hay tolerancia. ¿Se puede pedir más? Los españoles dicen que los alemanes se ríen dos veces de los chistes: una cuando los oyen, otra cuando los comprenden. La risa es flor de la inteligencia. Las hienas pueden emitir aullidos lastimeros. Los pájaros lanzar graznidos de pánico. Pero sólo el ser humano feliz ríe. La confusión entre risa y sonrisa es útil. La risa pasa como el viento. La sonrisa dura y vuelve a fulgir, como la luz solar. Lo que hace sonreír perdura.