El sumo pontífice, obispo de Roma, jefe del Estado Vaticano, que llega por cuatro días, conoce nuestro país, lo ha visitado en varias ocasiones, participó como provincial de los jesuitas en Argentina a reuniones de su comunidad en Bogotá donde igualmente asistió a reuniones de la Conferencia Episcopal Latinoamericana y del Consejo Episcopal (Celam). Su anfitrión, en el 2011, monseñor Juan Vicente Córdoba, obispo de Fontibón, ha destacado su condición humana, la memoria prodigiosa, el interés por averiguar si las obras en construcción de la calle 26, sin concluir en ese tiempo, se relacionaban con el metro, la opinión de que siempre encontraba una ciudad distinta, en movimiento.
El Papa Francisco, quien antes de ordenarse fue químico, estudió posteriormente literatura, filosofía, teología y sicología, desempeñó catedra universitaria, ha mantenido contacto con los pobres. El sucesor de San Pedro recalca que “en la vida cristiana son esenciales la oración, la humildad y el amor,” inicia su visita apostólica con los mejores auspicios en medio del respeto colectivo para cumplir un apretado programa con inclusión de Villavicencio, Medellín y Cartagena. El carismático suramericano, cabeza de la iglesia católica, interesado en la conquista de sociedades más justas manifiesta interés en la Paz de Colombia, sigue impartiendo instrucciones tendientes a contribuir al fortalecimiento de la concordia, le asiste razón cuando expresa que para convertirla en realidad se necesita valor superior al de hacer la guerra.
La presencia de uno de los líderes del orbe no resolverá todos nuestros problemas, pero si escuchamos su mensaje este influirá en la corrección de defectos, en la recepción del rayo de esperanza que los colombianos necesitamos. A propósito de la comisión de delitos con afectación de las instituciones comparto su criterio de que los corruptos no tienen amigos sino cómplices. La actividad pastoral con los jóvenes reviste alcances importantes, el Pontífice requiere apoyo en su empeño de renovar estructuras, de tender puentes, de democratizar, de silenciar las armas.
La tierra continuamente recibe golpes, urge la protección del medio ambiente, redoblar esfuerzos en salud, en educación, en empleo, en temas prioritarios que debemos analizar, afecta el terrorismo desatado en ciudades europeas, en el medio Oriente, en Estados donde la guerra impera, el Isis actúa, las víctimas crecen, el Papa es claro al condenarlo, pide el esfuerzo comunitario no limitado a los católicos por la vida y la civilización, respeto por los migrantes, lo respaldamos, la supervivencia de la humanidad está en juego.
Mañana será día cívico, de misericordia y perdón, los ojos del mundo se enfocan sobre nosotros, somos una de las Naciones con mayor número de católicos. En Colombia rendimos homenaje al invitado.