La expresión democrática de Colombia ha sido clara en respaldar las modificaciones a los acuerdos. Primero una mayoría lo expresó votando NO en el plebiscito, después lo hicieron más de 10 millones de colombianos que respaldaron al presidente electo Iván Duque, quien desde el inicio de campaña asumió el compromiso de hacer ajustes necesarios.
La semana pasada en las sesiones extraordinarias, el Congreso de la República aprobó las dos proposiciones que como vocera del CD hice al procedimiento de la JEP. Sin embargo, el tema de las FF.AA. no puede entenderse como una modificación de los acuerdos. Seamos claros en eso, aquello no hizo parte de la mesa de negociación.
Lo primero, es destacar que logramos que el procedimiento adversarial de la JEP, diseñado para quienes se declaran inocentes, cuente con más garantías. Tomamos elementos de la Ley 906 sobre procedimiento penal, audiencia preparatoria, controversia de pruebas en audiencia de juzgamiento, eliminando funciones de policía judicial de magistrados y auxiliares. Son modificaciones que pretenden hacer valer la presunción de inocencia y defender el buen nombre.
En los temas sobre los que no hubo acuerdo, como la extradición y el procedimiento para las FF.AA. concertamos que se someterían a la plenaria, y la coalición del gobierno electo del Presidente Duque tuvo su primera victoria.
Fue aprobada la proposición según la cual la JEP en materia de extradición no podrá practicar pruebas ni pronunciarse sobre el fondo del asunto. Se limitará a verificar la fecha de los hechos a los que se refiere la solicitud de extradición. Tiene que haber certeza de que la JEP no se convertirá en refugio de criminales, y dar el mensaje de gravedad que supone irrespetar los acuerdos.
La segunda proposición establece que los procesos de los miembros de las Fuerzas podrán iniciar o continuar su trámite una vez exista un procedimiento especial y diferenciado para ellos. Sin embargo, los miembros que no lo deseen, podrán solicitar que el proceso continúe con el procedimiento aprobado.
En materia de nuestras Fuerzas logró un avance, sin embargo, la JEP necesita reformas de fondo. El compromiso de nuestro presidente electo Iván Duque tiene tres lineamientos básicos:
Habrá una sala especial, diferente, simétrica y simultánea a aquellas destinadas a las Farc y a terceros. El procedimiento garantizará la presunción de inocencia, descartando que el procedimiento favorezca la confesión como incentivo para garantizar la libertad.
Los magistrados tendrán amplio conocimiento en DIH y en manuales operacionales y serán elegidos en un proceso trasparente que asegure su imparcialidad.
Habrá defensa institucional que defienda el nombre de la Policía y el Ejército.
Hay anhelo de no hacer trizas los acuerdos y el Presidente Duque lo honra al reconocer la existencia de la JEP. Al tiempo hay una expresión democrática que quiere avanzar en las modificaciones necesarias para honrar compromisos de justicia verdad, reparación y garantías de no repetición.
La discusión será dura, pero estoy segura de que el presidente electo respetará ambos sectores y avanzará en una política de Estado. Ojalá los opositores que están dejando el gobierno honren su compromiso con la democracia y estén dispuestos a construir en la diferencia; nosotros lo estamos.