JOSÉ BLACKBURN | El Nuevo Siglo
Jueves, 1 de Septiembre de 2011

¡Educación: nuestra gran apuesta!


“Claro que cada país tiene su problemática especial”


LA  mejor gestión que puede hacer un Presidente es colocar la educación en el sitial que siempre ha debido tener: el más alto. Los países que mejores índices de competitividad, de reducción de pobreza y de combate a la desigualdad presentan, son aquellos que le han dado gran prioridad al tema educativo, independientemente del sistema político, de la población y de las materias primas que exporte. Tal es el caso de Finlandia, Singapur, Corea del Sur, la India o China para citar solo cinco. Y en Latinoamérica los de Costa Rica y Chile.


Vale la pena destacar la labor de la anterior ministra de Educación, Cecilia María Vélez White, en cuanto a la extensión de cobertura. En 8 años frente a dicha cartera logró estándares muy altos en la materia (más del 90% en nivel nacional). Hoy se propende por la calidad y en esto anda María Fernanda Campo. Claro que cada país tiene su problemática especial y por lo mismo la estrategia difiere de una región a otra. Que los maestros no tienen un buen estatus en nuestro medio, es algo cierto y que hay que mejorar. Lo mismo que el estar sindicalizados no significa que se opongan a mejorar en sus capacidades, pues de ellos depende en buena parte la calidad de la educación. Que a los muchachos de los primeros cursos de los estratos 1, 2 y 3 se les debería dar un refrigerio al iniciar clases, un almuerzo y otro refrigerio antes de salir, después de un mínimo de 8 horas de estadía en la institución. Lo cual nos indica a las claras que se debe eliminar la doble jornada.


Ya vimos cómo el presidente Santos dio un giro de 180 grados en el tema de la inversión privada con ánimo de lucro en la educación superior. Mucho le sirvió su reciente gira por Chile y su encuentro con Piñera. Queda claro que esta es una obligación del Estado. Ya hay algunas medidas que permiten hacerlo, como por ejemplo, la dedicación del 10% de las regalías a planes de ciencia y tecnología. Hoy se destina un poco menos del 5% del PIB a la educación pública, se tiene como meta aumentar un 1% adicional durante los próximos 3 años.
La llegada de Internet a las regiones más pobres es, sin duda, una de las grandes revoluciones que se propone el actual gobierno. El plan del ministro Molano es sacar al país de ese rezago tecnológico. Con esto ganarán la innovación y el desarrollo, temas en que andamos atrasados. Baste saber que el número de patentes anuales que registra Colombia en los E.U. sólo llega a 15 mientras que Corea del Sur pasa de 7.500. Hace menos de 60 años recién iniciada la famosa guerra en que intervinimos los colombianos, nuestros países tenían unos indicadores muy bajos pero parecidos. La diferencia está justamente en la calidad educativa que han alcanzado los asiáticos.


En todas las estadísticas que observemos siempre el nivel de educación va de la mano con el ingreso per capita, la menor desigualdad y mejor calidad de vida. No existe en esta economía del conocimiento del siglo XXI una mejor manera de avanzar en el desempeño de nuestros países que formando un verdadero capital humano y ello sólo se logra con la decisión política de nuestros dirigentes de apostarle a la educación. Así que este cuarto de hora que nos dan las materias primas nos sirva para sembrar nuestro futuro.