JOSÉ E. MOSQUERA | El Nuevo Siglo
Domingo, 29 de Enero de 2012

No más de lo mismo

La política de pigmentocracia que se enarboló en los 8 años de Gobierno del expresidente Uribe fracasó. Durante sus dos períodos hubo más retórica que soluciones a los problemas de exclusión y pobreza de la población negra. Las políticas de desarrollo que se pusieron en marcha para impulsar el desarrollo de la población negra, obedecieron más a intereses mediáticos de las negociaciones para la aprobación del TLC con EE.UU., que a una política de Estado, encaminada a reducir los índices de pobreza en la población negra.
El estudio que se realizó para el Avance de la población negra y que se difundió como el gran salto del atraso a la prosperidad de los negros y un proyecto de ley que pretendió otorgar el 5% de los subsidios y el 10% de los créditos estatales a los afros, amén de otras prerrogativas, terminaron en saludos a la bandera.
Pero si en el ámbito nacional el panorama fue frustrante, en el plano regional, más desolador, la mayoría de las oficinas de Negritudes en las gobernaciones y las alcaldías son decorativas con presupuestos pírricos, dedicadas más a organizar fiestas y al fomento de la politiquería tradicional que a ejecutar acciones afirmativas que generen cambios profundos en las conciencias de los negros.
Más allá de la poca efectividad de las políticas nacionales en beneficio de la población negra, los líderes negros tienen una gran cuota de responsabilidad en el fracaso de aquellas políticas, en virtud de que las consultivas municipales, departamentales y, por ende, la nacional como organismos coordinadores de las políticas públicas de las comunidades negras son inoperantes y anquilosadas en ancestrales retóricas de las lamentaciones.
El gobierno de Santos ha planteado una serie de iniciativas y esperamos que no sean más de lo mismo. En el caso de Antioquia, tengo la convicción de que el gobernador Sergio Fajardo hará cambios sustanciales en las políticas públicas a favor de la población negra. Antioquia tiene una población afro que supera los 1.215.985 habitantes y ha sido una de las regiones con mayor número de pobladores negros desde la época colonial en Colombia. Actualmente los negros representan, el 23% de la población antioqueña. Destacados investigadores como María Teresa Uribe, Roberto Luis Jaramillo y Víctor Álvarez, entre otros, han hechos investigaciones serias sobre esta materia. Sin embargo, hace falta un estudio histórico, económico, sociológico y antropológico sobre su aporte y el papel que ha jugado en el desarrollo de la sociedad antioqueña desde el período colonial.
La Gerencia de Negritudes debe reestructurarse con el fin de transformarla en una dependencia más propositiva y eficiente ya que en los últimos 4 años paso con más penas que glorias. El gobernador Fajardo tendrá que hacerle una reingeniería o crear una Secretaria de Asuntos Étnicos, con tres subsecretarias, una para los asuntos negros, otra para las políticas indígenas y de esa manera inyectarles otras dinámicas a ambas dependencias y por último una tercera división para los temas de colonias organizadas.
Cuando se habla de exclusión e inclusión no sólo se puede hablar de negros e indígenas, sino de otros segmentos de la población que viven en Antioquia y que contribuyen a su desarrollo, pero que igualmente han sido relegados y ameritan ser más visibles.
jemosquera@une.net.co