Un debate en la Ciencia
“Regionalización no puede ser a partir de alianzas forzadas”
CONTABA recientemente Andrés Oppenheimer en una columna a Portafolio, que él a diferencia de la gran mayoría de los economistas expertos, no ve con similares ojos de preocupación la crisis más reciente de EE.UU. y Europa, de cara a los países emergentes. El análisis es sencillo, si estos países se ven menos afectados con la crisis de los más desarrollados, y logran sostenerse a través de mercados internos, seguramente tendrán tasas de crecimiento interesantes que los acercarán a los países más desarrollados.
Sin entrar en el debate de esta idea es importante retomar un requisito sine qua non para que el planteamiento funcione. Hago referencia a la urgente necesidad de que países como el nuestro puedan rápidamente abandonar la tradicional producción centrada en materias primas, para avanzar a productos de mayor valor agregado. Esto que en teoría parece sencillo, en la práctica es bastante complejo y supone esfuerzos descomunales en capacidad investigativa y de innovación.
En esta dirección caen muy bien las intenciones del gobierno Santos para fortalecer la innovación empresarial, incrementar la cantidad de recursos a ciencia y tecnología y apostarle en todo esto a una nueva locomotora del plan de desarrollo. Naturalmente esto supone una labor del DNP y de Colciencias, éste como ente rector de la ciencia y la capacidad para innovar.
Por ello inquietan las preocupaciones cada vez más evidentes de la comunidad científica colombiana en materia de investigación y desarrollo, y particularmente en referencia a los nuevos trazos de la política nacional en ciencia y tecnología que se dejan ver de la reciente convocatoria en salud.
Se ha definido, por ejemplo, que una preocupación central debe ser la consolidación de redes con distintos actores (universidades, empresas, entidades del Estado nacional y regional), sin embargo, en las últimas convocatorias de Colciencias se adopta por resolución el modelo, al invitar a que los recursos de ciencia y tecnología se entreguen siempre y cuando medie una unión temporal o alianza con una entidad regional, sin realmente establecer si se necesita o no dicha alianza para el desarrollo del proyecto de investigación. La regionalización no puede crearse a partir de alianzas forzadas que parecen más invitaciones a crear estructuras burocráticas y cuasi-políticas, más basadas en arreglos de intereses que en arreglos basados en hacer ciencia pertinente.
Críticas similares vienen de exigir gerentes de proyectos de investigación para los recursos recibidos de Colciencias, que se convierten en estructuras costosas y de nuevo burocráticas, que tampoco contribuyen a hacer ciencia. Es de todos conocido que la ciencia se organiza de forma diversa dependiendo de las circunstancias del problema a enfrentar, y la estandarización no parece el mejor camino.
Mucho cuidado con estos ruidos que van minando la sana intención del Gobierno. Si alguien debe estar al lado de esta locomotora son todos los actores que hacen ciencia y tecnología en el país y ellos no pueden ser enemigos de las medidas que se adopten. Lo contrario es un error estratégico.
jrestrep@gmail.com