JOSÉ MANUEL RESTREPO ABONDANO | El Nuevo Siglo
Jueves, 18 de Abril de 2013

Sobre PIPE

 

Se pensaba inicialmente como un plan de choque para reactivar la economía colombiana, que ha sufrido por lo menos en los últimos cuatro meses una importante desaceleración. Sin embargo, el tema ha ido evolucionando hasta convertirse en un Plan de Impulso a la Productividad y el Empleo (PIPE), en el que aparecen preocupaciones más estructurales y de largo plazo que permitan que nuestra economía alcance un mayor nivel de competitividad. sector de industria y agricultura. Considerando este asunto es positivo constatar que el Gobierno reconoce un deterioro en las cifras macroeconómicas y reacciona activamente a ello (incluso incorpora recursos adicionales en materia de seguridad, reconociendo una problemática que muchos empresarios están sintiendo), y que considera que la propuesta debe pensar en estrategias estructurales que en el largo plazo eleven nuestros niveles de productividad empresarial.

De la propuesta en mención vale la pena destacar el trabajo mancomunado con el sector empresarial en su construcción, que hace que dichas políticas recojan la agenda de competitividad de la ANDI. Destaco igualmente propuestas arriesgadas y de alto impacto como el incremento en el ahorro nacional en dólares (para elevar la tasa de cambio), así como ideas novedosas en sectores específicos como el comercio, la infraestructura y la agricultura. De igual forma son sobresalientes las propuestas en materia de vivienda, garantizando allí un efecto importante en materia de empleo por los subsidios incluidos en el financiamiento a la adquisición y construcción de nueva vivienda.

Como temas pendientes o incompletos, y reconociendo de nuevo la buena voluntad del Gobierno Nacional, se quedó corta la propuesta en los temas de costos de energía y gas en la industria, así como en los temas de costos de transporte y problemas logísticos en puertos que encarecen el tránsito de mercancías. La sensación que queda en estos temas es más retórica que de un real impacto en la economía. Puntualmente en los temas de costos “se realizarán estudios” sobre los mismos, lo que termina aplazando la acción.

Algo similar podría decirse sobre la apuesta en el tema de innovación y desarrollo de infraestructura, donde son bien sabidas las deficiencias, en donde de ninguna manera PIPE puede considerarse una propuesta que efectivamente vaya a elevar la productividad por estas dos vías. Los elementos adicionales que proponen son de muy bajo impacto y en términos monetarios su efecto es mínimo.

Sin embargo, un elemento clave en el éxito de la propuesta es su implementación.  Es necesario prender un semáforo en amarillo por experiencias del pasado del Gobierno, que si bien puede considerarse PHD (Doctorado) en Iniciativas, pero con Kinder Garden en “acabativas” o ejecutorias. Lo más importante es que buena parte de las estrategias descritas en la iniciativa se conviertan en hechos concretos de ejecución, de no lograrlo será muy difícil alcanzar ese 1% adicional que se espera aumente el crecimiento del PIB en este año 2013.

Tendremos que estar todos atentos a exigir celeridad en la aplicación de esta feliz iniciativa.

jrestrep@gmail.com