Qué ironía… hoy la preocupación más grande de muchos personajes de la vida pública criolla como Margarita Rosa de Francisco, el exministro Gaviria, la mamerta Carolin Sanín y muchos otros que le hicieron campaña a Petro, es poder deslindarse de su ídolo. Ahora resulta que están arrepentidos y se dan golpes de pecho y hasta llegan a decir que Petro es el mismo sanguinario de toda la vida. Otro como el exministro Gaviria dice que si Petro no se va en el 2026 el mismo lo baja. Y estoy de acuerdo.
En varias columnas previas a la elección dije que Petro era un engañabobos y un terrorista. Nadie lee nada… ¿Qué fue lo que pasó entonces en el 2022? Era sorprendente ver que gente culta, inteligente, decente, élites, verdaderos “clubman” y que supieron o vivieron el holocausto del Palacio de Justicia, el asesinato de José Raquel Mercado, la masacre de civiles en Tacueyó, creyeran que era posible que un cambio viniera de un sanguinario... ¿Sería una especie de culto a la personalidad o hipnotismo colectivo? Muy parecido al efecto Hitler, Francisco Franco, Rafael Leonidas Trujillo, Perón, Nikita Jrushchov. Todos regímenes que se basaron en la personalidad del líder y sus hipnotizados. Y algo así deja ver la declaración pública del canciller de Colombia – otrora de las Farc- Leyva. “¡Al presidente se le respeta!”
Esos que hoy se lamentan tal vez en las elecciones abusaron de las sustancias que tanto le gustan al pro-Hamás y ahora están viviendo una especie de guayabo negro llenos de remordimiento, vergüenza y angustia. Son los grandes traidores de Colombia.
La agenda de Petro se está cumpliendo y la estrategia del cambio también. Esa que he repetido muchas veces desde esta columna y que resumió muy bien Francisco José Lloreda en su columna en el País de Cali titulada El Plan. Plan que nadie cree que pasará pues las “instituciones de Colombia son muy fuertes”, pero ya se está ejecutando.
Un plan que consiste en crear más pobreza, más división, menos trabajo, inseguridad, masacres, más narcotráfico, rompimiento de relaciones internacionales, total desinstitucionalización de Colombia. Todo eso para que el salvador Petro sea a quien le tengan que rogar para que ayude a salvar la patria. Otro “salve usted la patria”, dicho esta vez no por Simón Bolívar al coronel Rondón, sino por el pueblo -hecho miseria por el mismo Petro- a su salvador el mismo Petro. Una estrategia para la cual se necesitan que las bases populares a las que Petro les prometió riqueza estén de su lado y que sean aún más pobres y miserables y unos militares ricos y serviles, para que el objetivo se mantenga vigente siempre. Es decir, no conviene acabar con los problemas de Colombia jamás sino más bien lo que conviene es agravarlos.
¿Qué era tan difícil de entender en esta estrategia? ¿O acaso esos que se lamentan hoy no se enteraban de la situación de Venezuela, Cuba o Nicaragua? Y para allá vamos…
El “salve usted la patria” es hoy un llamado a TODOS…
juanfelipereyes@hotmail.com