Lo que fortalece a Petro es la falta de carácter, propuestas y credibilidad de la centroderecha, del centro y de la centroizquierda y de la izquierda centro medio centro. Hombre, con esos perfiles que ocupan este caduco y extenso escenario del lagarto ‘centro’, ¡hasta Goyeneche o Regina 11 irían ganando!
Los pontífices de la opinión, esos que ocupan las columnas vaticinando el futuro político, predicen que sólo un auténtico mesías del centro podrá derrotar a la bestia de las bolsas de billetes. Al tiempo que ven ese futuro alimentan el pánico y la histeria de los ciudadanos de bien, campaneando la urgencia de la unión de todos los centros alrededor de los manzanillos y clientelistas redimidos en cada una de las órbitas del amplio centro del acomodo. ¡Y Petro ahí! vendiendo juicioso una mala visión para el país, pero vendiéndola de manera consistente y sistemática. Ante el vacío, ese es su logro.
Recordemos que el gran perdedor en el 2018 no fue el exguerrillero, sino Santos, quien después de ocho años de mermelada, cupos indicativos y promoción de la corrupción no logró derrotar a Uribe. Seguimos convencidos que el panorama es raimundo y todo el mundo contra el mitómano de Petro, cuando esto no es así. La pelea sigue siendo, para desgracia de todos eso sí, entre el sobreviviente de Cadena vs el sobreviviente de Odebrecht. ¡He ahí el continuismo de más de 12 años que necesitamos superar!
El país espera y necesita una visión alterna al esperpento de Petro, que transmita sentimiento, esperanza, pasión y sentido de propósito a una colombianidad que lo supera todo, en particular el mal gobierno, y que a pesar de este prospera, construye país, rebusca y no anda llorando por subsidios y ayudas de un Estado en el que no cree ni respeta.
Qué sorpresa ver como último entrante a la mediocridad del ‘centro’ a OIZ. Qué vergüenza ver a estos reencauchados del centro generando demagogia barata a la salida del foro de ANIF para igualarse a las estupideces de Petro, proponiendo incrementos absurdos del salario mínimo, rentas universales de 400 mil pesos para todos, bonos solidarios con la plata de los empresarios y otras insensateces.
¡Hay que encontrar voces nuevas! Increíblemente las sesenta o más voces no sirven ni para frenar al tirano, ni al toche chabacano, ni al amo del lado oscuro de la fuerza (‘Juanpa’), ni permiten superar al presidente eterno, es hora de un discurso que acabe con la desesperanza y proponga una visión alterna de país. Con credibilidad, sin vínculos con el Régimen y que no tenga como propósito lavar, con la aspiración presidencial, los fracasos y frustraciones de la ‘experiencia’ de gobierno pasada.
¡Es hora de Salvación Nacional y del Acuerdo sobre lo Fundamental!