La verdad sobre Teleamiga | El Nuevo Siglo
Jueves, 3 de Agosto de 2017

En 1999 le propuse a José Galat hacer un canal de televisión católico cuyo objetivo fuera la comunicación de valores, en comunión con la Iglesia, canal educativo y cultural, con entretenimiento formativo, sin sexo ni violencia. Le solicité apoyo institucional y financiero de la Universidad La Gran Colombia de la cual era su Rector. Un canal que evangelizara, obediente al Santo Papa y a sus jerarquías, que cumpliera con la Santa Misa diariamente anunciando el reino de Dios.

Con mucho esfuerzo logré que la Comisión Nacional de Televisión nos adjudicara la señal 45 UHF sin ánimo de lucro para Bogotá. Dos años después subí el canal al satélite y extendí la señal a nivel nacional e internacional alcanzando enorme cobertura. Aun siendo un canal no comercial, durante los 15 años que fui su Presidente y Director alcanzó la autonomía financiera y gran audiencia. Todo el diseño, concepto, gestión y dirección, así como el posicionamiento y la fidelidad de la teleaudiencia fue producto de mi entrega, trabajo y esfuerzo depositados totalmente a esta obra.

Hace cuatro años, después de la elección del Papa Francisco como Vicario de Cristo, Galat inició una campaña contra los sacerdotes por encontrarlos laxos en la fe, campaña que fue creciendo hasta llegar a los Obispos, más adelante escaló hacia los Cardenales del Vaticano señalándolos de mafiosos y terminó con el Papa Francisco tildándolo de hereje y de quien dice ser el antipapa que pavimenta el camino al anticristo.

Galat emprendió una ofensiva sin cuartel contra la iglesia y el Papa. Le solicité que cesara esa campaña que hacía mal a la iglesia y a los católicos. Le organicé reuniones con obispos y sacerdotes, con laicos comprometidos pero de nada valió. Le hice ver que se estaba dañando y confundiendo en la fe a mucha gente y que el canal estaba sufriendo una pérdida progresiva de la teleaudiencia y en los recursos de apoyo, patrocinadores y donantes.  Le sugerí que ante sus dudas realizara unos debates académicos, doctrinarios y bíblicos con la iglesia, laicos y teólogos. Todo fue en vano.

Mi posición se volvió incomoda y en febrero de 2016, Galat haciendo uso de su poder institucional, me retiró del canal sin ni cancelarme los salarios pendientes, 15 años de prestaciones sociales y sin mis sagrados derechos pensionales como todo trabajador. Reclamación que se encuentra en manos de la justicia laboral.

Más allá de lo anterior siento profundo dolor al ver el camino que tomó tan maravillosa obra que tanto bien hizo a mucha gente, en donde tristemente primó negativamente el fanatismo, el fundamentalismo, la falta de compasión y caridad cristiana. El irreparable daño al canal y a la universidad que con dinero de los estudiantes paga la locura de Galat.

Lamento mucho que la Iglesia en su pleno derecho de la defensa de la fe haya retirado su apoyo institucional a Teleamiga declarándolo no católico y excomulgado a José Galat, quien entró en desobediencia y apostasía. 

arangodiego@hotmail.com