La vida de los abuelos | El Nuevo Siglo
Miércoles, 31 de Octubre de 2018

En el capítulo 5°del Génesis  sorprende la longevidad de los hijos de Adán, empezando por este personaje mitológico que, según el Antiguo Testamento, vivió, autónomamente, novecientos treinta años e igual su descendencia,  hasta  el episodio de Noé, quien a los quinientos años engendró a su familia, herederos a quienes correspondió insistir después del diluvio en la supervivencia de la especie humana, universalmente.

Esta mitología también se relata en la historia de los gnomos, especie fantástica que se reproduce en la vida solamente una vez, con gemelos, y su existencia, sujeta a su propia ley,  se prolonga hasta cuatrocientos ochenta años, gracias, posiblemente, a que su ambiente cotidiano es en las horas de la noche y en el día permanecen libre bajo tierra.

De todas maneras inquieta que no haya una política constante de respeto a la independencia  de los ancianos. En algunas culturas esa condición se tuvo presente para reconocerle autoridad y respeto a la vejez y en otras, por el contrario, la juventud la discrimina y humilla, prohibiéndoles enamorarse y la gerontofilia se califica como un desequilibrio psíquico. Molière, Jean-Baptiste de Poquelin, (S. XVII) en su afamado mosaico  teatral, personifica los errores y cualidades de estos personajes, irónicamente, quizás repitiendo la versión de Platón en la Republica, al demostrar la diferencia entre los viejos   pobres y los longevos ricos, concluyendo que la muerte para aquellos es una noble y sabia solución.

La abstinencia libidinosa, (Fausto-Goethe),  producto de discriminación social, disculpada siempre que el dinero la excuse y otras falencia similares,  hacen de esta etapa de la vida una tragedia que muy pocos logran superar. Tal vez sea este el motivo por el cual vale la pena destacar la promoción de “Un mundo mejor para los adultos mayores”, fomento que se ocupa de ofrecer productos que alivian la depresión y  angustias existenciales de quienes se resisten a renunciar a los “placeres de la juventud”, actividad comercial que se concreta en el “Querido abuelo” de la calle 125 con la carrera 21, una innovación que sirve de impulso a las ventajas que en algunos países el Estado se encarga de instituir  para los “mayores”, facilitándoles rebajas y ventajas para que puedan disfrutar el ocio libre que su edad exclama.

Y esto no es una idea dislocada y carente de fundamento. No. El Estado Social de Derecho, esa pantomima que se predica como principio del sistema político-jurídico colombiano, consagra la norma que dispone que “El Estado, la sociedad y la familia concurrirán para la protección y la asistencia de las personas de la tercera edad y promoverán su integración a la vida activa y comunitaria”. Derecho a la libertad.

 A raíz de la mocedad  del Dux Iván, se ha impuesto de moda la discriminación de los abuelos, de manera que no obstante  que el retiro forzado se consagró a los 70 años, ya  no se proclaman ni admiten las autoridades de  esas edades. Abdón Q.E.P.D.