Las primeras reformas en Cuba (V) | El Nuevo Siglo
Jueves, 29 de Junio de 2017

De Cuba a Guatemala. El comunismo es cosa seria. Una vez en el poder, busca su expansión. Dos de los interrogantes que requieren una respuesta para que el comunismo primero llegue al poder, luego se sostenga, luego se expanda, son: ¿Cuáles son los elementos de la situación en Latinoamérica que hacen el juego a los comunistas? ¿Cómo hacen los comunistas para explotar las posibilidades de esa situación?

Si hay un caso de estudio relevante sobre la forma como los comunistas llegan al poder, como se traman todas las estrategias, los señuelos, técnicas y programa ese es el de Guatemala. En efecto, fue Guatemala, país centroamericano, un laboratorio para experimentar cómo se debe exportar la revolución.

Los guatemaltecos venían de un período dictatorial muy largo bajo el mando del General Jorge Ubico. Tras su derrocamiento, luego de una negociación entre los militares y la sociedad civil se llegó a un débil gobierno de transición.

La carta del triunfo en Guatemala se encontró en el conflicto social. La sociedad guatemalteca se dividía socialmente por dos grupos bien marcados en sus costumbres. El 60% descendiente del pueblo nativo, el 40% con ascendencia europea. El conflicto social entre nativos y europeos fue in crescendo, explotadores vs explotados.

(Cambian los tiempos, cambian los personajes, las estrategias siguen siendo las mismas).

La expropiación de fincas cafeteras a los alemanes hizo de las suyas. Lean, bien: expropiación. Las medidas económicas produjeron la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores. El crédito se volvió escaso y costoso.

(En Colombia el crédito está escaso y caro, la inflación hace de las suyas).

Durante la primavera de 1944 el descontento fue en aumento pero faltaba la chispa. Faltaba la situación. Lo que llaman los comunistas: Las condiciones objetivas de la revolución.

El descontento comenzó por los estudiantes universitarios quienes salieron a las calles. Vino la represión. Le siguieron los comerciantes y los industriales.

Ubico renunció. Al no haber oposición se creó una Junta Revolucionaria en cabeza de Arana, Arbenz y Toriello la cual gobernó hasta 1945. El débil gobierno de transición llegó al poder con un discurso que hoy llamarían de izquierda light sorprendiendo y llenando el vacío político existente. Arbenz promulgó: “tratar en forma democrática, de operar esa revolución social tan necesaria para el futuro de América Latina”.

En medio del débil gobierno de transición se colaron un puñado de jóvenes abogados comunistas en cabeza de la Junta Revolucionaria. Todos de tendencia socialista, un grupo de 14, fueron los ideólogos de la nueva Constitución.

Durante la campaña presidencial de 1945 apareció un educador: Juan José Arévalo quien dijo: “Somos socialistas porque vivimos en el siglo XX. Vamos a equiparar al hombre por el hombre”. Con ese discurso Arévalo ganó las elecciones de 1945.

Lo primero que hizo Arévalo al llegar al poder fue reformar la Constitución. Los jóvenes abogados anteriormente mencionados fueron iluminados, iluminattis, por la revolución mejicana de 1917 y la Constitución de la U.R.S.S de 1935. (Adivinen quién redactó la constitución rusa de 1935).

En la nueva constitución se lee: “por un gobierno libertario, unitario, semiparlamentario, destinado a poner en práctica políticas económicas neosocialistas”.

En consonancia con lo anterior, con el espíritu de la nueva constitución, una nueva generación de políticos y jóvenes abogados se entregó a construir una nueva Guatemala, por un hombre nuevo, como decía Mao.

(Comunismo en Latinoamérica, El caso Guatemala, 1959, Schneider R, Editorial Angora).

Puntilla: Señor Fiscal NHM: ¿Quisiera saber cómo se legalizan U$10.000 para viáticos en menos de 24 horas?

@RaGomezMar