El gobierno del presidente Petro ha resuelto restablecer las relaciones diplomáticas con Venezuela que estaban interrumpidas desde el 19 de agosto de 2015 y, para tal efecto, ambos gobiernos designaron embajadores. Hecho lo cual se dijo que venía un proceso gradual para la reapertura de la frontera con la hermana República, que se hizo formalmente el pasado 26 de septiembre. La reapertura de la frontera era una necesidad inaplazable porque, después de 7 años de cierre, se estaba afectando de manera sensible a las comunidades que habitan la zona de frontera y que viven del intercambio de bienes y servicios, lo que estaba potenciando todas las ilegalidades.
Hay que recordar que fueron diferentes hechos los que afectaron las relaciones entre los dos países. Entre ellos, que hay integrantes de grupos armados ilegales de Colombia que permanecen en territorio venezolano. Lo que se espera es que las autoridades de Venezuela respeten la institucionalidad de nuestro país frente a la cual no pueden ser neutrales, como alguna vez se dijo. Esos son temas que deben tratarse en la agenda bilateral, porque fueron los que dieron al traste con las relaciones entre Colombia y Venezuela. Esperamos que se acuerden mecanismos de cooperación judicial en la lucha contra el crimen organizado.
De otra parte, tal como lo han registrado los medios de comunicación, hay retos en materia de comercio, transporte y seguridad en la frontera. En cuanto a la reapertura del trasporte, se debe entender que la normalización de este servicio toma tiempo porque involucra acuerdos previos sobre los costos de los fletes en el transporte de carga. Se informa que el tránsito de estos vehículos se hará entre las 10:00 am y las 6:00 pm por los puentes internacionales que comunican a Cúcuta con San Antonio y Ureña, en territorio venezolano, con un límite de carga de hasta 30 toneladas por el deterioro en el que se encuentran los puentes. También se espera la puesta en funcionamiento del de Tienditas, que está disponible desde 2015, pero que no se ha utilizado hasta este momento.
Del mismo modo, faltaría todo lo relacionado con el transporte público de pasajeros y el libre tránsito de vehículos particulares entre las ciudades que se ubican a un lado y otro de la zona de frontera. Por su parte, falta regularizar el trasporte aéreo. El vuelo anunciado para el 26 de septiembre no salió porque la aerolínea Conviasa tuvo dificultades con los permisos; parece que hay algo relacionado con las sanciones impuestas por los Estados Unidos.
En materia de seguridad, sabido es que en la línea fronteriza hacen presencia la casi totalidad de los grupos armados ilegales que operan en nuestro país como son las disidencias de las Farc, el Clan del Golfo, el Tren de Aragua, el Eln, entre otros, que se disputan el control del territorio y de todas las ilegalidades que pasan por los puntos fronterizos. Ojalá esta medida contribuya a abrir espacios y fortalecer el comercio fronterizo que tanto necesitan sus habitantes.