No sólo en Colombia sino en el universo, el mundo, prevalece la intolerancia sobre la comprensión. No aceptamos la originalidad de cada ser, la dignidad de otras vidas, la libertad de otras conciencias, el brillo de otras luchas.
Los reconocimientos hondos y sinceros no abundan, ni proliferan. Se goza con el fracaso de las personas que abominamos. Carlucci expresó: “…siento ganas de romperle la cabeza muchos; y cuando tropiezo con ellos, se lo digo en su propia cara. Me despierto y la primera sensación con la que naturaleza descansada me anuncia su bienestar, es una comezón feroz de peleas; una comezón que en el orden físico, es precisamente el intestino de desgarrar y destruir”.
Monseñor Libardo Ramírez ha puesto en circulación en estos días un libro vital, relacionado con los “Conflictos humanos en el mundo y en Colombia”. La obra titula: “Hacia efectiva superación de conflictos humanos: acercamiento histórico” es un libro documentado, serio, conciliador, denso, con sorprendente habilidad para sintetizar episodios, escenarios y confrontaciones.
Un pensador sostenía: “La historia de la humanidad es la historia de una permanente guerra instantes de paz”. Otros advierten que la guerra es la prolongación de la lucha política, haciendo uso de las armas. Hubo lucha de Caín contra Abel, de plebeyos contra patricios, demócratas contra monárquicos, miserables contra opulentos, rojos contra azules, inocentes contra culpables.
Desde la infancia de la humanidad, grandes hombres montados sobre sus caballos de guerra, recorrieron como huracanes inmensas distancias, atropellaron muchedumbres, violaron fronteras, arrasaron imperios, cambiaron instituciones y costumbres, destruyeron supersticiones en inequidades, pensaron, iluminaron, devastaron, fundaron rehicieron, como impulsados por fuerzas extrañas y es claro, las víctimas fueron innumerables, enormes los escombros, sin tasa las injusticias.
Monseñor Libardo Ramírez Gómez, autor de numerosas obras, catedrático, académico, columnista de prestigiosas tribunas, dueño de una maravillosa cultura humanística, maneja con destreza los temas y en forma positiva y cautivante convencí motiva al lector acerca de sus inteligentes planteamientos. La valiosa publicación demuestra que es mejor sumar y multiplicar que restar y dividir, contribuir que exigir, aportar que disociar. El puente une, el muro aísla, el amor construye, el odio anarquiza y pulveriza.
Colombia en este momento está radicalizada y feroz mente fragmentada. Éste libro dará chorros de luz para ver los problemas con optimismo.