LIONEL MORENO GUERRERO | El Nuevo Siglo
Viernes, 22 de Agosto de 2014

LA RELIGIÓN GUERRERA

El Islam en nuestros días

No  todos los musulmanes son extremistas, no lo son, y es natural, los que son minoría en un país determinado pues la reacción contra ellos les sería altamente perjudicial. Infortunadamente los musulmanes tienen una tendencia al radicalismo religioso el que es más protuberante donde son mayoría, tendencia que se ha incrementado recientemente. Por ejemplo, Egipto tenía un régimen no islamista, al menos desde el gobierno del rey Faruk (1936-52), pero al caer el régimen autocrático de Hosni Mubarak en 2011 accedió a la Presidencia el partido islamista de los Hermanos Musulmanes quien a los pocos días empezó a tratar de imponer como ley del Estado los principios del Corán o Sharia y se hicieron comunes las persecuciones a las minorías religiosas como la de los cristianos coptos. Culminó este proceso con un golpe de Estado de los militares. Otro ejemplo de tendencia al islamismo es Turquía, país laico desde fines de la I Guerra Mundial, cuando Mustafá Kemal Ataturk abolió el sultanato, instituyó la República e impuso la separación entre Estado y religión, pero hoy, Recep Erdogan, en el poder desde 2003, hace cada vez más difusa esta separación. Ni hablemos de Irán o de Sudán. Afortunadamente la mayoría de los musulmanes no es extremista.

Esta tendencia de algunos musulmanes hacia la teocracia es porque se quedaron anclados en las ideas del Estado de unas tribus nómadas de hace 1.400 años: Dios nos dicta todo lo que debemos hacer, no solo en el plano personal, sino en lo concerniente al funcionamiento de la vida comunal y estas reglas se encuentran en el libro sagrado, el Corán y en las tradiciones islámicas, el Hadith. Estas ideas son transmitidas a los fieles por los intérpretes de los textos sagrados, los imanes, que son los de los sermones incendiarios. La palabra de estos eruditos es entonces la palabra de Alá que los creyentes deben seguir al pie de la letra. El problema es que algunos de estos intérpretes quieren ver al mundo como lo veían sus ancestros del siglo VI: abjurar de la religión musulmana es susceptible de la pena de muerte, el adulterio femenino es castigado con la muerte por lapidación, el robo con la mutilación de extremidades, conversión o muerte es el dilema que ofrece el grupo Estado Islámico en Irak y Siria a los no mahometanos, etc. Este último grupo acaba de decapitar a un periodista estadounidense y amenaza decapitar a otro en su poder si los Estados Unidos no cesan sus bombardeos. En 1943 los nazis, cuando estaban rodeados por partisanos franceses, trataban de escapar tras un escudo humano de civiles; los partisanos disparaban contra todo el grupo, matando a sus conciudadanos pero no dejando un nazi vivo. ¿Qué actitud asumirán los Estados Unidos en 2014? ¿Cómo involucrar al Islam en el siglo XXI?