LIONEL MORENO GUERRERO | El Nuevo Siglo
Jueves, 1 de Septiembre de 2011

El escorpión y la rana


“Esperamos no correr la misma suerte de la rana de la fábula”


NINGÚN  país, aunque sea una mega-potencia como Estados Unidos, puede imponer sus concepciones políticas (democracia representativa, economía de mercado, libertad de expresión, Estado laico, etc.) a sus vecinos y menos al resto del mundo. Para muestra un botón: a pocos kilómetros de las costas del país del norte existe, desde hace más de 50 años, la oprobiosa dictadura de los Castro. Lógico entonces que Colombia no podrá imponer la vigencia de los principios democráticos a Venezuela. Tampoco Chávez podrá imponernos su “socialismo del siglo XXI” por más que intente. Colombia nunca ha tratado de convertir a Chávez en demócrata y, aunque el caudillo venezolano haya hecho lo posible para que las Farc y el Eln instauren en nuestra patria el modelo castrista que él tanto emula, probablemente se ha dado cuenta de que es mejor “hacernos pasito” al menos mientras él se afianza ante una oposición que, según las encuestas, gana mayor fuerza. El presidente Santos, en esto más optimista que su predecesor, probablemente porque no ha experimentado las decepciones de Uribe (recordemos los abrazos entre este y Chávez), decidió optar por la vía del endulzamiento, apaciguamiento dicen algunos, pensando seguramente en que tienen la razón quienes piensan que más se logra con una gota de miel que con un litro de hiel. El cambio de nuestro mandatario ha sido radical desde sus épocas como Ministro de Defensa del gobierno Uribe. Lo mismo ha sido el de Chávez. Recordemos algunos episodios de esta relación.


Santos no pone en duda que la guerrilla tenga campamentos en Venezuela. Él lo afirmaba cuando ministro, Estados Unidos le dijo dónde, Andrés Pastrana rememoró que Santos pidió entonces, marzo 2009, convocar a un Consejo Superior de Seguridad y Defensa, propuesta rechazada por Uribe. Ahora dice Santos que lo que afirma es que “donde estaban ya no están”. Colombia denunció ante la OEA, con lujo de detalles, el apoyo venezolano a la guerrilla y Santos Presidente la retiró. Chávez se expresaba de nuestro presidente “Este señor es un mafioso (…) Si el señor Santos por desgracia es electo presidente de Colombia, bueno eso se convierte en una amenaza no sólo para Venezuela sino para medio continente”, de ganar, “tendríamos que cerrar totalmente el comercio con Colombia”. Y en mayo 2010 agregó que él no recibiría a Santos en Caracas si resultara electo. Santos impulsó el uso de las bases aéreas por Estados Unidos “como herramienta fundamental para frenar los ardores bélicos del ‘impredecible’” Chávez y cuando presidente, teniendo las mayorías, no quiso pedir la autorización al Congreso.


Chávez es hoy su “nuevo mejor amigo” y un elemento de estabilidad. ¿Cómo se explica esta nueva actitud? Que el escorpión cambie su naturaleza es más que difícil y esperemos no correr la misma suerte de la rana de la fábula de Esopo.