La navidad es una de las fiestas más importantes del cristianismo, es la celebración del nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo. Antes de la navidad viene su preparación, que litúrgicamente se conoce como adviento y se inicia cuatro domingos antes del 25 de diciembre.
La navidad para los cristianos es muy rica en tradiciones, principiando por la novena que se inicia el 16 de diciembre y sirve de encuentro en oración familiar en vísperas a la preparación para recibir la llegada del Niño Dios.
En los hogares existe la costumbre de armar un pesebre navideño, creado por san Francisco de Asís, haciendo una humilde y sencilla representación en figuras, tal cómo pudo haber sido el nacimiento del Niño Jesús. También tenemos el árbol de navidad, cuya iniciativa se debe a la provincia de Alsacia en Francia y que representa el agradecimiento por la venida de Nuestro Señor Jesucristo.
Mucha gente se pregunta porque se asocia al árbol de navidad con la nieve, la razón es que aquella tradición sale del mundo europeo y como la navidad en Europa se celebra en invierno, ha tomado dicha imagen, que identifica, una a la época y la otra la natividad.
Ahora, la mesa navideña y su cena de media noche es una tradición también europea, en la que se agradece con alimentosa la venida del Niño Jesús, tradición que viene del banquete judío. Los villancicos tiernos cantos que narran el nacimiento del Niño Jesús y ambientan las fiestas navideñas. Las tarjetas de navidad tienen origen británico, Sir. Henry Cole en 1843 en Londres tuvo la idea y posteriormente se popularizaron. Son un presente en que la gente se comunica con sus amigos y familiares para desearles principalmente la paz y un año nuevo de bienestar y progreso.
Por último el regalo o presente es una costumbre que se difundió con la creación de Papá Noel, Santa Claus o también San Nicolás, un personaje que lleva regalos a los niños, inspirado originalmente en un obispo del siglo IV llamado San Nicolas de Bari que vivió en la antigua Anatolia, muy reverenciado en la Europa de aquella época. Se transforma en Santa Claus con la llegada de los inmigrantes holandeses a Estados Unidos, donde adquiere gran relevancia.
Con el surgimiento de Norteamérica en la vida comercial, este tierno personaje tomó gran importancia en el concepto mercantil y de ahí viene la asociación de una tradición cristiana con la tradición comercial.
De ahí que los cristianos debemos vivir está época con el corazón más que los intereses y solo con la sinceridad que nos da la verdadera y autentica tradición de conmemorar el nacimiento de Cristo y no movidos por los regalos que debemos dar o recibir. Es un momento propicio para hacer una reflexión sobre la navidad y sentir la presencia viva de Nuestro Señor Jesucristo en todos los corazones.