LORENA RUBIANO FAJARDO | El Nuevo Siglo
Domingo, 19 de Mayo de 2013

“Ningún gran hombre vive en vano; la historia del mundo no es más que la biografía de los grandes hombres”.

Thomas Carlyle

 

Monseñor Forero García

Es  gratificante, para los hijos de Togüí, Boyacá, encontrar entre las páginas de la historia, noticias y datos sobre la labor pastoral de uno de sus hijos ilustres: monseñor Norberto Forero García. Muy pocos recuerdan aspectos de su vida eclesiástica en  la Iglesia Católica y de su recorrido por los senderos de varias poblaciones en las cuales fue párroco comprensivo y pródigo en virtudes.

Recogí algunos aspectos de su vida que quiero consignar en esta nota, para que mis coterráneos y nuestras familias los tengan presentes y en nuestras mentes estén los recuerdos de personajes que exaltaron nuestro terruño.

Monseñor Norberto Forero y García Nació en Togüí el 5 marzo de  1895, estudió en el Seminario de Tunja  y a los   24 años fue ordenado sacerdote. Fue Canónigo en la catedral de Tunja, párroco en Garagoa, Duitama, Pisba, Paya, Labranzagrande, Santa Sofía, Pauna, Chitaraque, La Uvita, Umbita y Guateque.

 A los 56 años fue nombrado Administrador Apostólico de Nueva Pamplona Norte de Santander y el 7 julio de 1951 fue  Obispo titular de Hilta.

El 27 de mayo de 1956 a sus 61 años fue designado Obispo de Santa Marta en donde ejerció hasta el 2 de junio de 1971 y a sus 76 años salió jubilado, habiendo sido declarado obispo emérito.

Durante su vida sacerdotal se destacan sus enseñanzas sobre la Iglesia, impulsó los estudios bíblicos y llamó en sus sermones la atención sobre los grandes problemas que aquejaban a Colombia y al mundo con palabras de aliento y de esperanza cristiana para con quienes se sentía solidario en su dolor y padecimientos. Se distinguió en todo momento por hacer concreta su caridad y se preocupaba de visitar hospitales, orfanatos, seminarios y escuelas cuyas construcciones y dotaciones impulsó en todas sus parroquias.

Dejó sus huellas en la construcción de la basílica de Torcoroma en Ocaña, así lo registra el Decreto Diocesano con motivo del 250° aniversario de la milagrosa aparición de la Virgen de Torcoroma, rubricado por el obispo de Santa Marta, monseñor Norberto Forero y García.

El 9 de marzo de 1981 falleció en la ciudad de Santa Marta y fue sepultado en la “nave del Evangelio” en la Catedral de Santa Marta que sirvió de última morada del Libertador Simón Bolívar. En este sagrado recinto permanecen sus restos.

lorenarubianof@gmail.com