Pareciera que el ‘pobre’ cieguito de Santrich acaba de conseguir un bufete de litigantes de lujo. Ninguno de profesión, ¿pero todos de oficio? Este furibundo equipo consta, pareciera, de cuatro parlamentarios y una experimentada periodista y del respaldo del tradicional medio impreso del país que antes combatía al narco. Con la ligereza que los caracteriza, acusan al exfiscal Néstor Humberto Martínez de causar el ‘entrampamiento’ (espantosa palabra que se volvió de común uso la semana pasada). Acusan a Martínez de hacer caer a Santrich en la tentación de traficar. ¡Hágame el favor!
El líder del bufete “Amigos de las Farc” (nombre tentativo, está por confirmar), Roy Barreras, sentenció que fue como si le ofrecieran a un diabético un exquisito postre. Sin vergüenza excusando al mafioso, dizque porque es un adicto que recayó. Sobra elaborar en el cinismo de dicha declaración, pero, sin embargo, hay que reconocer su audacia. Al cinismo se ha reducido el Acuerdo de Paz o, por lo menos, la excusa, hoy prostituida, de parlotear en su defensa. Hay que invertir la realidad al acomodo de esa espuria causa, la defensa de las Farc. Justificar, como no, lo injustificable.
Para cualquier ciudadano de bien sería incómodo, vergonzoso, que un personaje como Santrich lo felicitase. ¡Hay el cinismo! ¿Y si un mafioso hubiera felicitado a alguien del uribismo? ¡No les alcanzaría el día, ni los dientes, ni los ladridos a los auxiliadores de las Farc! Pero a un marxista, así sea de ocasión como Roy, se le perdona todo, hasta que el narco lo felicite.
Campantes los nuevos ‘abogados’ de Santrich le pedían, casi a gritos, al exfiscal que mostrara pruebas adicionales de la fechoría y buscaban… ¿Qué renunciara al cargo? ¿Qué anulara las pruebas del delito? o tal vez ¿Desacreditar el “entrampamiento” de alguno de ellos o de otro mafiosote de las Farc? El exfiscal, claramente, no está obligado a renunciar… ¡porque ya lo hizo! Anular las pruebas de la extradición puede ser un motivo si, por ejemplo, los que conocen al ciego temen que los ‘sapee’ como buen extraditado. Sanguino y el equipo, insisten que no hay un video de Santrich con la coca. ¡Como si los videos sirvieran senadores! En el de Petro se ven los billetes y no ha pasado, ni va a pasar nada. Además, un video no es indispensable para vincular a Santrich. Bastan los 12 o más audios, los testigos, agentes o no, el testimonio del hijo de Márquez, la participación de la DEA y otras pruebas.
Este tema tiene un sin fin de contradicciones, zonas grises y vacíos. Inclusive, es difícil hallarle la verdadera razón y motivo a los congresistas y periodistas que han adoptado la defensa de un mafioso en flagrancia. ¿Será que va a caer otro pez gordo de las Farc y se están anticipando? ¿Protegen a toda costa la lavandería de delitos Lava Jep? ¿Odian a Néstor Humberto? ¿Es la plataforma de campaña de Roy y de Colombia Humana? ¿Le deben una vuelta al mafioso?