La moral se la llevó el viento
“Colombianos nos hemos vuelto indiferentes ante la violencia”
AQUELLOS tiempos maravillosos, en que se valoraba la dignidad humana, se quedaron en el olvido.
El amor al prójimo, el respeto, la humildad, la paciencia, la tolerancia, hoy día se interpretan como algo que no debe tener importancia, y que pueden desconocerse olímpicamente. Esta omisión de virtudes esenciales para la convivencia seguramente es factor determinante de la creciente tendencia a la agresividad y de tantos bárbaros y energúmenos que pululan en todas partes.
A pesar de la nueva legislación, en favor de la mujer y de la infancia, los colombianos nos hemos vuelto indiferentes, ante la violencia sangrienta que sufrimos diariamente. Sólo reaccionamos, si la recibe algún familiar o amigo cercano.
Nuestra Constitución Nacional, en su artículo trece establece: “todas las personas nacen libres e iguales ante la ley, recibirán la misma protección. El Estado protegerá y sancionará los abusos o maltratos que contra ellas se cometan”.
A pesar de ser un derecho fundamental, algunos personajes viven en coma cerebral; para ellos los golpes propinados por el ilustre ‘Bolillo’ Gómez a una de sus amigas, fueron simplemente cosa de tragos o en defensa propia, y no puede existir ningún delito ni tampoco sanción moral, por cuanto la amiga no ha colocado la querella correspondiente.
Otras personalidades suponen que la amiga ofendió a este mártir, y por lo tanto él tenía todo el derecho de golpearla.
Ello me lleva a pensar que al ‘Bolillo’, al que ni siquiera se le ha impuesto una sanción moral, algunos patriotas le pedirán perdón, por haberlo condenado sin escucharlo en juicio, y en compensación se levantará un monumento en la estadio El Campín, como tributo de admiración a sus buenos sentimientos y a su dulce trato con las mujeres.
Pero cuán equivocados están aquellos que afirman que el hombre también es igual en derechos a la mujer, y que se le puede maltratar cuando quiera. Por el contrario, la mujer es un ser superior en dignidad, pues la mujer es la única que puede concebir en su vientre una nueva vida. Y no me imagino al ‘Bolillo’ Gómez, en un estado de embarazo. Por lo tanto sí hay una gran diferencia que se debe respetar.
Es por ello que se hace necesario aplicar como mínimo una sanción moral a este insigne hombre de la patria. ‘Bolillo’ debe ser un símbolo de la obligatoriedad y cumplimiento de las leyes en Colombia.
A una mujer ni siquiera se le debe tocar con el pétalo de una rosa.