MONS. LIBARDO RAMÍREZ GÓMEZ | El Nuevo Siglo
Domingo, 25 de Septiembre de 2011

 propósito de la Carta del 91 (XII)
Consecuencia  primera de la ya mencionada “Revolución de Riego” fue lo relacionado con el gran ausente, de América preso en Cádiz desde 1816, el general Antonio Nariño, quien recobrara a la sombra de aquel hecho su libertad, y, a pesar de orden real de ser de nuevo encarcelado, logró, con la ayuda de Inglaterra en Gibraltar, retomar a Venezuela, llegando hasta Angosturas (20-02-1820). Pasó a encontrarse con Bolívar en Achaguas (01-04-1820), en donde departieron siete (7) días, dedicados a pensar en grande sobre las próximas acciones bélicas y sobre lo que se decidiera en la Constituyente convocada para el siguiente enero a realizarse en la Villa del Rosario de Cúcuta.
Los triunfos logrado por los ejércitos bajo la guía y estrategias de Bolívar, las decisiones tan en firme tomadas en el Congreso de Angostura y la situación de España a partir de la “Revolución de Riego”, hicieron que el general Pablo Morillo pensara en la necesidad de entrar a parlamentar con el Libertador y llegar a un “armisticio”. Al Congreso de Angostura, que era el órgano legislativo de La Gran Colombia hasta que se reuniera el de Cúcuta, envió Morillo una carta con propuesta de cese de hostilidades por seis (6), meses a partir de septiembre, sobre lo cual se firmó un acuerdo en Ciudad Trujillo, y se planeó entrevista personal entre los dos jefes, Bolívar y Morillo.
Fue el 27 de noviembre de 1820, cuando, con gesto de guerreros que hacían actos de gallardía y gran altura, se reunieron en la aldea de Santa Ana. Bolívar y Morillo. Se abrazan, dialogan todo el día sobre caminos hacia nuevos rumbos de los pueblos americanos, y duermen en la misma pieza, sin despliegue de fuerzas militares. Veinte (20) días después Morillo salía para España, quedando al mando de las tropas de España en Venezuela el mariscal Miguel de la Torre, con recomendación de “defender a toda costa” a Puerto Cabello.
Se centra luego la atención del Libertador y de los representantes de las distintas regiones de la Gran Colombia en realizar en el Congreso de Cúcuta, que debía iniciarse el 1° de enero, pero que sólo se logra para el 4 de mayo del previsto 1821. Fueron elegidos por las provincias 97 delegados de los cuales sólo 57 estuvieron presentes en la inauguración. Bolívar no participó en esa iniciación sino que pidió al vicepresidente general, de la Republica, don Antonio Nariño, que lo hiciera. Se eligió como presidente del Congreso al Dr. Félix de Restrepo, granadino, como vicepresidente al venezolano (poco afecto a Nariño) don Fernando de Peñalvar. A Nariño se lo ratificó como vicepresidente de la República.
Es de destacar que así como diez años antes frente a la Presidencia de Cundinamarca se enfrentaron a Nariño fuertes opositores, ahora también, y en los meses que duraran las sesiones del Congreso, cuando ejercía la Vicepresidencia, recibió graves afrentas y hasta maledicencias. Sobre lo anterior, y sobre su preocupación por recursos para sostener económicamente los gastos de la misma realización de ese magno evento, comparte muy confidencialmente con el Libertador quien estaba paralelamente empeñado en acciones bélicas que demandaban grandes gastos. Circunstancias de salud, y el peso de ingratitudes e incomprensiones, llevaron a Nariño a renunciar a la Vicepresidencia para la cual eligió el Congreso al Dr. José María Castillo y Rada. (Continuará)