ORLANDO CANO VALLEJO | El Nuevo Siglo
Lunes, 29 de Agosto de 2011

Sobre mojado


“Panorama no pinta bien frente a presagio de otro invierno”


LLEGA  septiembre con alerta naranja: vienen lluvias mil y volverá a llover sobre mojado. El presidente Santos llamó la atención de sus más cercanos colaboradores para que actúen ya y con imaginación.
El Jefe de Estado preguntó a varios de sus ministros por los planes de contingencia para atenuar el impacto de las lluvias que según el Ideam ya se avizoran con fuerza y frecuencia desde este mes.


Los aguaceros serán intensos en el centro del país, Antioquia, Eje Cafetero, Atlántico y Santander.
Santos pidió información de alcaldes y gobernadores sobre el estado de la red vial regional y el avance de trabajos para hacer frente a la nueva temporada de lluvias.


Le preocupa al Presidente que la segunda racha de lluvias llegue sin dar mayor tregua. La infraestructura del país no está lista aún para aguantar los aguaceros que se esperan en los próximos tres meses.


Varias carreteras nacionales, vías locales y terciarias no resistirán en varios tramos la fuerza de las lluvias.
Las autoridades locales, en coordinación con los ministerios de Transporte y Agricultura, trabajan en la rehabilitación de extensos tramos de carreteras que fueron borrados por el crudo invierno que azotó el país hasta finales del 2010.


En Palacio de Nariño, la llegada del nuevo ciclo de lluvias es objeto de monitoreo constante y hay instrucciones precisas de acelerar las obras públicas donde se prevé habrá un mayor impacto de las aguas.


Esta información de primera mano confirma que pese a los esfuerzos del Gobierno y del sector privado, Colombia no está ni lista ni preparada para recibir lo que ya parece venir, aguas mil, desbordamientos, inundaciones, deslizamientos, derrumbes, pérdidas económicas, muerte y desolación. El verano no fue suficiente para que los operarios se pusieran al día en la rehabilitación de viejas vías destruidas por las lluvias.


Es urgente que el Gobierno y lo que queda de las corporaciones autónomas regionales, verifiquen nuestra infraestructura. Hay que ir a pueblos, caseríos, riberas de los ríos, campos y ciudades a constatar qué tan preparados o no estamos para recibir el nuevo invierno.
Todos tendremos que poner de nuevo una gota de solidaridad para no naufragar en las furiosas aguas. No olvidemos a cientos de miles de familias que perdieron a seres queridos, sus pertenencias y trabajo por la furia de las aguas.


No hay que ser pesimistas para alertar que desde que cesaron las lluvias el año pasado a este martes 30 de agosto de 2011, el panorama nacional no pinta bien frente al presagio de otro invierno crudo.