Gracias a la subasta de espectro que está llevando a cabo Mintic tenemos un nuevo jugador en servicios móviles, el Fondo Partners. Conocido en Chile como WOM, cuya entrada en lid no ha sido nada tranquila, pues ha sido a costa de "patear traseros" y romper moldes. Una nueva controversia que se suma a otras anteriores que constituyen todo "un chicharrón" para la nueva ministra, la pilosa barranquillera Karen Abudinen.
La subasta estableció un mecanismo que casi la manda al traste, al pretender ocultar el precio, lo que produjo una lógica ausencia de propuestas. En insólitas veinticuatro horas fue ajustada, permitiendo la posibilidad de que participaran fondos (como Partners) y no sólo operadores. Esta premura dejó muchos cabos sueltos y no permitió corregir un error crítico de digitalización. Lo realmente grave; nadie sabía porque unos precios "sospechosamente altos" sólo aplicaban a partir de la segunda ronda, creando incertidumbre jurídica, agravada por una precipitada renuncia de WOM a uno de los bloques también por "por error".
En el Senado se alzaron voces que veían como el ajuste de la ley permitía pagar parte de la subasta con obligaciones de hacer lo que constituía una indebida asignación de recursos públicos a particulares. Tampoco se entendía como se iba a controlar el cumplimiento de obligaciones de cubrimiento a cambio de un mayor pago por espectro, Sólo hasta hace poco se expidieron algunas reglas de control, pero hay dudas de su aplicación legal por ser a posteriori. ¡Aquí están en juego dos billones de pesos!
Atizó la controversia la compra de Avantel por parte de WOM, lo que ha llevado a Claro a proponer una demanda pues la subasta se habrían dado reglas preferenciales a operadores entrantes, lo que les hace sospechar de que "esta compra ya estaba cocinada" Por eso se hace necesario que se defina si WOM era o no un operador entrante. Lo más prudente y aconsejable es que Mintic plantee ante la SIC que este dictamine si el proceso es viable, dada las condiciones de WOM como eventual operador entrante. Lo más aconsejable sería que se condicione el negocio a la previa renuncia de cualquier preferencia, pues como van las cosas no puede permitirse que pateando traseros y rompiendo moldes se termine pateando la ley. Como se ve se trata de una subasta mal diseñada y muy malpensada.
Esta pandemia o coronavirus nos está haciendo perder la paciencia, con este aislamiento social y la incertidumbre de lo que falta y de lo que podría venir. Ya vamos para tres meses largos y no hay ningún bendito pico a la vista, ni cerca ni lejos. Ya uno se leído y reeleído todos los periódicos y visto programas de televisión que uno antes detestaba. La falta de alternancia con los amigos y conocidos se vuelve insoportable.
Somos sociables por naturaleza y con un mes más de encierro nos vamos a volver antisociales.
Lo increíble es que la comunidad científica mundial -ya no la nacional- no tuviera ni remota idea de lo que se nos venía. Sólo podemos concluir que estamos muy mal pertrechados para tragedias de esta naturaleza. Pero hay un lado bueno que nos está haciendo valorar las bondades de una vida con buena salud y esperanza.