En esta ocasión les contaré la historia del Contrato 559 de 2012, más conocido como el tumbe de las motos eléctricas.
Debemos comenzar hablando del extinto Fondo de Vigilancia y Seguridad (FVS) cuya junta directiva, en su momento, era presidida por el Alcalde Mayor. Este fondo tenía como función adquirir los bienes y servicios que requerían las autoridades para garantizar la seguridad y protección de los bogotanos. Como toda entidad estatal o distrital, el FVS, debía procurar siempre realizar licitaciones públicas que fueran transparentes, objetivas y competitivas con el propósito de que los recursos del Estado se invirtieran de la mejor manera.
Como no era de extrañar, en la administración de Petro, estos principios básicos de contratación pública casi siempre pasaban a segundo plano. El 6 de agosto de 2012, el hoy precandidato presidencial por el ‘Pacto Histérico’ le anunció a la ciudad, durante su discurso en el acto oficial del cumpleaños de Bogotá, que compraría motos eléctricas para la Policía Metropolitana.
Lo que el mitómano no contó, es que entre la lista de invitados VIP a su posesión, se encontraba su amigazo el señor Carlos Andrés Vaca Jiménez. ¡Nada más y nada menos! que el representante legal de Northbound Technologies S.A., empresa licitante que ese mismo día dio una demostración de su modelo Zero DS-ZF9 y, días después, ganaría sospechosamente el contrato para la compra de 100 de estas motos por un valor de 4.357 millones de pesos.
Cabe preguntar, ¿habría licitación transparente cuando el ganador ya era un invitado VIP del alcalde a su inauguración? ¡No!
Resulta que la administración Petro no solo aventajó al señor Vaca sobre los otros licitantes el día del evento, sino que, además, le acomodaron el pliego de condiciones a la medida del, a la postre, defectuoso producto que ofrecía su empresa.
En su momento, otra de las empresas licitadoras llamada Lucky Lion, se percató y denunció, por medio de un comunicado al FVS, que los requerimientos hechos en el pliego de requisitos no eran generales para motos eléctricas sino que, por el contrario, se trataba de especificaciones patentadas de la moto Zero DS-ZF9, modelo, ¡oh sorpresa!, cuyo único representante autorizado para venderla en Colombia, era Northbound Technologies, la empresa del invitado VIP. Sin embargo, todo esto fue ignorado por el entonces director del FVS, César Augusto Manrique Soacha, nombrado por el mismísimo Petro y quien, después, sería capturado por peculado por apropiación e interés ilícito en la celebración de contratos.
Como habrá quien no crea lo dicho en esta columna, los invito a ver el Informe de la Visita Fiscal al Contrato 559 de 2012 de la Contraloría Distrital. En este encontrarán como ñapa que, además, estas motos compradas por el FVS a su compinche, tampoco contaban con un taller adecuado de mantenimiento por parte del vendedor. Además, las costosas motos, tampoco operaron con éxito y rápidamente fueron chatarrizadas.
Si esto sucedió en la alcaldía de Petro, ¿qué tal gobernando Colombia? ¡Estamos a tiempo! ¡Ojo con 2022!