No son descabelladas las profundas preocupaciones de algunos sectores políticos y de parte de la población colombiana, en la que me incluyo, al evidenciar el advenimiento a Colombia de ese terrible sistema de gobierno neo populista y destructor como la revolución bolivariana que está azotando a Venezuela y acabando con países como Bolivia y Nicaragua, entre otros.
Es cierto que la lucha de ellos es contra el sistema neoliberal imperante en nuestro país para instaurar el sistema socialista del Siglo XXI inventado por Chávez y avalado por Cuba. Nuestras políticas sociales si difieren mucho a las socialistas de ellos: por ejemplo en la salud, en vivienda popular, salarios básicos, en educación y recreación por citar algunas. Veamos el sistema de salud colombiano, proveniente de la ley 100, busca cubrir a toda la población, pero está muy rezagado comparativamente con Ecuador. En vivienda popular, el gobierno Santos ha hecho un esfuerzo grande, pero aun así es insuficiente, el incremento salarial no se compadece con el costo de la vida, solo es ver el reciente paro de maestros, la educación básica y superior es muy costosa y escasa para el tamaño de la población, no obstante el gran incremento del Sena con estupendos programas técnicos. Es decir, aún nos falta mucho para avanzar en materia social.
Estas falencias que vienen históricamente de muchos gobiernos anteriores, son caldo de cultivo para que el discurso mamerto y mentiroso de los socialistas cale en las necesidades del pueblo. Ellos manejan una dialéctica formidable, convincente, sofista y engañosa utilizando todas las expresiones y símbolos para llegar al corazón de las personas.
No se debe desestimar a esta gente, las Farc no tenían salida alguna por la vía de la guerra, sabían que la tenían perdida pues ya se había demostrado en el gobierno de Uribe donde Santos era su Ministro de Defensa y también en el propio gobierno del presidente Santos, con el abatimiento de sus jefes mayores y debilitamiento de los frentes; es decir iban camino a la extinción, pero el proceso planteado con sentido de paz por el presidente Santos los revivió, reencauchándolos políticamente y dándoles estatus, imagen internacional, medios y dinero, exonerándolos de sus crímenes y delitos e insertándolos en la vida activa.
En entrevista en la W realizada por Vicky Dávila a Jesús Santrich, jefe fariano, este mostró en su cinismo y los verdaderos propósitos de tomarse el poder por las urnas. Y aunque no lo creamos, ellos saben que con dinero se compran las elecciones, que el pueblo se vende y se deja convencer más cuando el sistema es producto de escándalos de corrupción, paros, marchas, elevación de impuestos, prevalencia del capital sobre las necesidades sociales y demás argumentos que abren las puertas al Socialismo del Siglo XXI, proveniente del castro chavismo destructor de Venezuela.