Un crítico desapasionado de nuestro acontecer nacional, que quisiera juzgar la situación política y en especial la figura y la "manera de ser" de nuestro mandatario Iván Duque, se vería en serias dificultades. Duque, desde luego, es una persona seria, responsable y confiable pero, a diferencia de su mentor, el expresidente Álvaro Uribe Vélez, parece no tener la suficiente "verraquera" para poder domeñar el difícil potro que encarna la jefatura del Estado.
Desde luego es un hombre transparente y no evita los problemas y ha demostrado ser muy estudioso de los asuntos públicos. Además es poco dado a la improvisación. Durante su mandato se puede decir que no ha puesto en serio riesgo a la nación. Sabe manejar a la clase política y no de deja "manosear”. Y los colombianos tenemos la confianza de que, aunque piensen distinto, Duque se deja aconsejar de Uribe.
Sin embargo nos gustaría que exhibiera más energía y compromiso en muchas de sus actuaciones. Y quizás más decisión al enfrentar algunos retos. Cuenta para ello con un buen gabinete. No de grandes estrellas, pero si de personas serias y dedicadas a su tarea. Pero aquí podría uno aspirar a que el gobierno, en su conjunto, tuviera mayor profundidad y una mejor visión de futuro.
Afortunadamente el presidente ha convocado a un Comité de expertos y conocedores, un Consejo de Sabios que, a partir del Plan Nacional de Desarrollo, le hace atinadas recomendaciones.
Tres grandes vectores presenta el citado informe: Colombia biodiversa, Colombia Equitativa y Colombia Productiva y Sostenible. Tiene ocho focos centrales: Ciencias Sociales y Desarrollo Humano; Ciencias de la Vida y de la Salud; Tecnologías Convergentes: Nano, Info y Cogno, asi como Industrias 4G; Bioeconomía Medioambiental; Océanos y Recursos Hidrobiológicos; Ciencias Básicas y del Espacio Exterior; Energía Sostenible y finalmente, Industrias Creativas y Culturales.
Es una buena hoja de ruta pero no alcanza a ser una visión de país de verdadera envergadura, como ocurre, por ejemplo en países como Singapur. Sin embargo el empeño es loable porque nos permite un punto de partida en la planeación a largo plazo. De todas maneras estamos en mora de cambiar nuestras costumbres de solo preocuparnos por el día a día. La competitividad internacional es de tal magnitud que no podemos darnos el lujo de no emplear nuestros recursos a fondo a fin de dar el salto que necesita nuestro subdesarrollo.
Belisario en su época puso de moda el eslogan "Sí se puede" y nosotros estamos convencidos de que querer es poder. Menos celos y recelos, menos egoísmos y menos lamentaciones por las oportunidades perdidas, deberían ser los propósitos colombianos para estos comienzos de 2020
Adenda
Ha fallecido en Medellín el padre jesuita Javier Sanín, entrañable amigo e inolvidable profesor de Ciencias Políticas. Descanse en paz.