No tengo dudas de que Irene Montero quiso proteger a las mujeres en España con la ley del "sí es sí", pero la realidad es la que es y me pregunto qué más tiene que pasar para que las ministras de Podemos, admitan lo evidente: que la ley del "sí es sí" está resultando un fiasco y no por culpa de los jueces sino de que simplemente es una ley mal redactada.
Las reacciones desde filas de Podemos ante la cascada de críticas a esta ley les ha llevado incluso a descalificar a Manuela Carmena, que es juez y de leyes sabe, además de ser una persona con una trayectoria impecable que para sí la quisieran muchos podemitas.
Descalificar a todos los que no comulguen con sus ruedas de molino, que es lo que vienen haciendo desde Podemos, es no entender que la crítica es consustancial a una democracia. Calificar de "fascistas" a todos los que cuestionan sus políticas es solo una evidencia de incapacidad política.
Creo también que las ministras de Podemos pecan, no solo de bisoñez, sino de no haber sido capaces de nombrar equipos competentes en sus ministerios.
Nombrar a los amigos, a los compañeros de asamblea y de Universidad puede resultar cómodo, puesto que te rodeas de personas como tú y en las que confías, pero visto lo visto es evidente que los equipos de las ministras no son técnicamente ninguna maravilla sino todo lo contrario.
La cuestión es que, no sé si por ceguera o por soberbia o simple empecinamiento infantil, negarse, como se han venido negando, a una reforma de la ley resulta del todo incomprensible. Cada día que ha pasado sin reconocer que se han equivocado ha sido un día perdido en la defensa de las mujeres.
Y vaya por delante que el Gobierno, empezando por el presidente Pedro Sánchez, es corresponsable del fiasco de la ley. No vale eso de que al sector socialista no le gustaba pero que callaban porque la ley era cosa de sus socios de coalición. Pretender que el socio de gobierno puede hacer y deshacer a su antojo y que no se le puede mover una coma de un proyecto de ley, es tanto como reconocer que en realidad el presidente o jefe de Gobierno solo tiene autoridad sobre sus ministros socialistas y que en realidad hay dos gobiernos que actúan en paralelo.
La ley del "sí es sí" debe de ser reformada, pero en serio, no poner un parche como parece que pretende la ministra de Justicia, Pilar Llop, para no enfadar demasiado a sus compañeras podemitas.
Es muy grave lo que está en juego para que el gobierno, los dos sectores, no sean capaces de asumir su error y enmendarlo sin más dilaciones ni excusas. Lo que ha sucedido con la ley del sí es sí es lisa y llanamente imperdonable.