¿Cómo no sentir tristeza ante la situación de Colombia? Cada día los problemas aumentan, parte del Estado se encuentra en poder de los delincuentes, la moral y la ética son principios desechados en nombre del Cambio.
Oso abstenerse en la Organización de Estados Americanos (OEA) de suscribir el documento respecto del fraude electoral coordinado por Nicolas Maduro, con el cual pretende perpetuarse en el ejercicio de su cargo, tal actitud significa silencio cómplice, desconocimiento del resultado electoral inmensamente mayoritario por Edmundo González, nuevo presidente de Venezuela.
Otro oso la desafortunada mención del capo Pablo Escobar en desobligante comparación con los empresarios del Consejo Gremial Nacional en frase pronunciada por el presidente Gustavo Petro al referirse a los precios de las hidroeléctricas.
La gravedad de los cargos formulados contra altos funcionarios por el billonario desfalco en contratos de la Unidad de Gestión de Riesgos, con base en coimas y sobornos destinados a conseguir en el Congreso la aprobación de Proyectos de Ley, cuya investigación se adelanta, no puede minimizarse, renunciantes deben probar su inocencia, las acusaciones no desaparecen con la solicitud de perdón formulada el pasado 20 de julio de Gustavo Petro por haber nombrado al señor Olmedo director de la Unidad. Quedan muchos interrogantes pendientes, incluyendo lo referente a las dadivas que se afirma recibieron miembros del Senado y de la Cámara de Representantes, seguramente esos proyectos carecían de las condiciones de oportunidad e idoneidad para el ejercicio impecable de su trámite.
Sigo sin entender qué ocurre con los diálogos de Paz, especialmente con el ELN, no se precisa nada en concreto, la discusión se centra en si continúan las conversaciones, dejando de lado el compromiso de cesar los secuestros y chantajes, los atentados en perjuicio de la población civil. Estos diálogos, al igual que los iniciados con las disidencias de las Farc, organizaciones que insisten en mantener su beligerancia sin cese al fuego, a mi manera de ver dificultan las operaciones de la Fuerzas Armadas, fortalecen la subversión.
El Cambio y la Vida Sabrosa fueron vanas promesas, al escuchar a demagogos reiterar sus alabanzas sobre Pactos Nacionales y Sociales, pienso que complejo conseguirlos, la desigualdad priva, el descredito de la política anonada, el Pacto Histórico precluyó, pero conviene que mantengamos la dignidad, Jorge Luis Borges Decía: “Creo que con el tiempo mereceremos no tener gobiernos”, en nuestro caso creo que nos merecemos uno mejor. La manada de elefantes oronda se moviliza por todos lados, el presidente insiste en no verlos.
Los recursos se agotan, los gastos inútiles abundan, el proyecto de presupuesto para el 2025 menciona otra reforma tributaria, la crisis de la Salud persiste, la educativa y cultural se nota en detrimento comunitario, la gente rechaza la extensión de la corrupción, hay una clase dominante antes que dirigente inferior a las circunstancias, el debate supera los términos de derecha e izquierda, el vocablo oligarca tampoco concuerda con la realidad, ni el de conservatismo o socialismo. Ojalá paren los osos.