RAFAEL GÓMEZ MARTÍNEZ | El Nuevo Siglo
Jueves, 5 de Enero de 2012

¿La mesa servida?

Varios chistecitos nos dejaron servidos en la mesa. Veamos algunos de ellos.
Como no nos dieron tregua, me enteré que la sola edición especial del balance que deja Clarita de su corta y costosa administración fue superior a $3.000 millones de pesos. Tiempos felices.
Al regresar de mis cortas vacaciones lo primero que hice fue leer con atención lo que nos dejó servido en la mesa la administración de Clarita. Y me acordé de mi amigo el filósofo: ¡Qué rostro! Antes, Samuel había hecho una separata especial con Semana. Ni quiero saber cuánto costó.
La ofensa. Tan fue una ofensa la presente alcaldía del Polo Democrático del cual hizo arte y parte Petro, que Samuel salió con una sonrisa de oreja a oreja el día de su juicio inicial. ¡Y no renunció! ¡Qué ofensa!
Bogotá terminó con el alcalde de mayor desprestigio. Eso sí que es histórico. El desprestigio fue mayor cuando estalló el escándalo del “carrusel de la contratación” gracias a una grabación que le llegó a Darío Arizmendi.
El Parque de la Independencia, donde al parecer tumbarán el puente de la carrera séptima con calle 26, el último que queda. Dicen que va por encima de $ 30.000 millones. Tampoco sabemos cuánto nos costó la fiestica del bicentenario. Ni la de Calle 13, para hacer demagogia izquierdista.
No tenemos claridad, a pesar de Clarita, de cuánto les costó a los bogotanos, financieramente, el chistecito de la calle 26 desde el día 1. Algunos cálculos alentadores dicen que más de 1 billón de pesos adicionales.
Todas las obras, todas, de infraestructura están atrasadas. La de la calle 170 con Autopista, la obra por concepto de valorización de la carrera 9 con calle 153. Si no es por el Home Center, no la hubiéramos visto. Y, tal vez, la presión de Laureano desde el más allá.
Toda la malla vial, toda, está destrozada.
Llevo quince días tratando que me restablezcan la línea telefónica, pero según Clarita la ETB está mejor que nunca. . ¡Exprésate! ETB. Pero como me expreso si nadie me atiende.
Las empresas de servicios públicos de Bogotá colocaron en el mercado financiero de Nueva York unos bonos para el pago de la deuda por US$ 800 millones. ¡Qué tal que se hubieran demorado una semana más!
Nos llegó Aureliano Buendía, resucitado entre los muertos, con toda la cúpula del M19 al Palacio de Liévano. ¡Virgen Santa! De paso: el grafiti del M19 vive, en la puerta del Palacio de Justicia, todavía está. Tal vez porque, evidentemente, Aureliano vive.
Mientras tanto, quien nos defendió “por la democracia maestro” está preso.
Puntilla: El caballero del puñal. ¿No les parece sacado de una película de Orson Wells? ¿O de un libro de Agatha Christie? Creo que reemplazaré a Santos Chamberlain por un rato. ¡Genial!, dirían los libretistas.