La actividad económica y en consecuencia el desarrollo laboral está en emergencia frente al rebrote de contagios del covid-19 con saldo de cerca de 30 mil personas víctimas, durante tres semanas recientes, en la Costa Atlántica, Valle del Cauca, Antioquia, Santander, Huila y Bogotá con localidades periféricas en Cundinamarca.
En constante tarea de prevención, el Ministerio de Salud, ha confirmado recrudecimiento de la pandemia, de la que se presentía posible reducción; sus efectos preocupan en el eje Industrial y comercial del país, que cambian las condiciones del trabajador.
Y peor si el ciudadano del común no tiene recursos personales o familiares, pese a la prevista financiación solidaria dispuesta por Gobierno Nacional, para empresas micro, pequeña, mediana y grandes, con el fin de generar recursos, según decisión al cerrar 2020, tras destinar 3 billones de pesos, con respaldo del Banco de la República.
Y el viceministerio de Hacienda dispuso traer de manera gradual 5. 300 millones de dólares, gracias a crédito del Fondo Monetario Internacional. El Gobierno Nacional asumió responsabilidad exigente, ojalá hace con guantes anticorrupción, en salud contra contagios y negocios; y ante todo generar empleo y reforzar nóminas de MiPymes, que están sin cinco.
De lo contrario crecerá el ´pantano de deudas´. Sin embargo, hay esfuerzos al continuar destinación constante de Unidades de Cuidado Intensivo (UCI) a hospitales y clínicas, según pruebas y mantenimiento en indicaciones de prevención, contra contagios en todos los lugares.
En las buenas intenciones citadas por la Administración Nacional, no puede faltar la incidencia presupuestal no solo contra la pandemia, sino porque fueron cientos los sitios laborales que cerraron y despidieron empleados, como consecuencia de cuarentenas y confinamientos, por los pico y cédula, similares a los pico y placa para automotores.
Al adquirir alimentos, vestuario, medicamentos, implementos de aseo y mantenimiento, siempre son renglones dominados por bolsillos que exigen, - peso en pesos- en valores y precios aliviados para comercio popular; el mejor aporte es que acojan la congelación del IVA en productos básicos de la canasta de alimentos con huevo, pollo, carne, frutas y algunas verduras.
El contingente laboral de hombres y mujeres lo integran quienes confían mantenerse como reactivadores; así el efecto del proyecto Ley con exención del -IVA- por consumo en telefonía móvil y otros tributos, se eliminarían en cobros promedio, de 71.000 pesos por consumo cada uno.
La iniciativa tejida en la Cámara de Representantes extiende inquietud para estimular a quienes acceden a Internet, pero reciben tarifa costosa por el impuesto de valor agregado, tras utilizar tecnología en desempeño industrial y comercial, en distintos niveles productivos.
No es sueño pensar que haya rebaja en IVA por servicios en venta de materiales para construcción, confecciones, repuestos para motores, pinturas, instalaciones eléctricas y otros; también bajará en alimentos de restaurantes, muebles y supermercados.
El sueño se convertirá en realidad siempre que sea justa balanza que ratifique índices aliviados al consumidor, como reactivador por abajo y no como si estuviese pagando por arriba; de lo contrario, se aleja la reactivación.