Reconocimiento a “Pepe” Mujica | El Nuevo Siglo
Miércoles, 22 de Enero de 2025

Aunque este gran hombre es contrario a mi ideal político y encontrándose en las postrimerías de abandonar este mundo, quiero hacer un reconocimiento a su vida. A los 89 años, “Pepe” quien está padeciendo de un cáncer terminal, ha sido un personaje singular, siempre fue leal a su ideología de izquierda, habiendo incursionado en su edad temprana como militante de un partido de inspiración nacionalista, para luego ser cofundador del partido Socialista del Uruguay y recorrer diferentes caminos, desde la lucha armada, cuando en 1964 antes de cumplir sus 30 años de edad, se enfiló en el movimiento guerrillero urbano uruguayo de “Los Tupamaros”, entrando a la clandestinidad, empuñando armas y participando en actos reprochables como asaltos, secuestros y extorsiones.

Fue cuatro veces encarcelado y dos de ellas fugado de prisión, actividad que le costó seis balazos y 15 años de su vida en la cárcel, recobrando su libertad gracias a una ley de amnistía de delitos políticos en el gobierno del presidente Julio Maria Sanguineti.

Esa experiencia lo hizo reflexionar sobre ese perverso procedimiento inútil y criminal. Entonces ingresó nuevamente a la política democrática uniéndose a un movimiento de izquierda llamado Frente Amplio, siendo elegido diputado en 1994, posteriormente en 1999 salió electo senador. Más adelante, el presidente Tabaré Vásquez lo llama a ocupar un cargo de real importancia como ministro de ganadería, agricultura y pesca, en concordancia con su vocación por la vida campesina y trabajo de la tierra. Luego fue presidente de la República de Uruguay para el periodo 2010-2014, ejerciendo un gobierno moderado.

En el ejercicio del poder por las vías democráticas, fue un referente ejemplar de buen gobierno, respetuoso del orden institucional, mantuvo su lucha de beneficio por los más necesitados, fue pulcro y consecuente con su posición, honesto y efectivo. Se mantuvo leal a su pensamiento de izquierda y austero en su vida personal, siempre renunció a los boatos del poder y sus lujos, en el ocaso de su vida regresó a su chacra donde está permaneciendo junto con su compañera y leal esposa Lucía, hasta el fin de sus días.

Este hombre de origen vasco e italiano ha sido un referente para los políticos, especialmente para muchos de izquierda, que a grandes bocanadas gritan su lucha por los más pobres, ofreciendo beneficios que nunca cumplen, denunciando corrupción, nepotismo, acusando a sus opositores de capitalistas, mientras en la realidad se llenan sus bolsillos de millones de dólares, derrochando los dineros públicos en festines, viajes, lujos, desperdicios y más, sin importarles la opinión.

Bien lo decía ese “filosofo” colombiano Pablo Escobar: “vea mijo, vaya ofrézcale plata a ese guerrillero, que no hay nada que le guste más a uno de izquierda que el dinero” y Popeye así lo hacía.

Pepe Mujica que tuvo una vida con muchos matices, dejó un legado de coherencia que deberían observar los políticos y es el de ser leal y consecuente con lo que piensan, dicen y hacen. No se dejó llevar nunca por la ambición ni la codicia, el poder no lo subyugó y ese legado debe ser acogido por muchos políticos, principalmente aquellos que se dicen progresistas y explotan esa característica, siendo diametralmente opuestos en sus actitudes a lo que con tanta vehemencia pregonan.

“Pepe” Mujica, ateo y sin ser ideológicamente cercano a mi pensamiento, merece reconocimiento y respeto a su vida. ¡Que Dios en su infinita misericordia lo tenga en esta vida hasta que sea su llamado!

arangodiego@hotmail.com