La reforma tributaria es contraria a muchos de los intereses de la Nación. Es inaceptable si se considera que el Gobierno no hizo esfuerzos en disminuir su nómina burocrática, y se limitó a cortar la inversión. Además afecta sectores que en mi opinión son estratégicos para el desarrollo del país.
Colombia, según MinTic, tiene 14 millones de abonados al servicio de internet en 2015. Los estudios de Emarketer estiman 18 millones de usuarios de smartphones y una penetración del 55% del mercado. Aquello nos coloca de segundos en la región, después de Chile. Las perspectivas de crecimiento en los siguientes dos años muestran que podríamos llegar al 60,9% y completar 20,9 millones de usuarios. Aquello se debe, según el estudio de Weplan a que Colombia tiene la tarifa más barata de conexión de internet en la región (14,94 dólares por GB). La potencialidad de crecimiento, sin embargo, está condicionada a la superación de dos retos: infraestructura y los problemas que bajo ingreso que limitan la capacidad de adquisición.
El internet es la puerta al mundo, y por lo tanto, no es exagerado decir que está ligado con las posibilidades de desarrollo en el país. Estas buenas perspectivas están las amenazadas por la reforma tributaria; que en vez de generar condiciones para ampliar la cobertura, encarecerá el servicio y los equipos rezagando el proceso de crecimiento del acceso a la Internet.
La red va a tener un impuesto de consumo de 4%, más el aumento al 19% del IVA, de manera que las personas más pobres tendrán menos oportunidad de tener internet. También se gravan los celulares demás de $650.000 pesos. Los estudios muestran que el precio promedio de los celulares en Colombia es de US$261, es decir que en promedio todos serán gravados.
Como hemos dicho, aquello puede significar el rezago en el crecimiento del mercado y la caída de la calidad de lo que podrán comprar. Hoy un teléfono inteligente vale el 3,7% del ingreso promedio de un colombiano, un aumento de precio puede ser una nueva barrera de acceso. Mientras en el mundo el impulso es bajar los precios de los celulares inteligentes para lograr que el acceso global a internet, en Colombia con esta reforma se aleja de la tendencia del mundo.
En el campo del software las cosas tampoco son mejores. En el país una de cada dos empresas usan software pirata. Un IVA para el software lo único que logrará es agravar la situación de piratería. Además gravar el hosting y el desarrollo de webs, como lo pretende la reforma, desincentivará los emprendedores. Doblemente golpeados por la reforma, que para todos los sectores establece una tarifa de 10% a dividendos de más de 29.753 mil pesos al año y del 5% entre 17 y 29 millones de pesos, además del impuesto de renta.
Los impuestos no solo sirven para recaudar recursos para el Estado, también son una herramienta para incentivar o proteger o desincentivar sectores. La tecnología como el acceso a internet son uno de los aspectos que deberíamos promover y fomentar. La reforma tributaria retrasará la penetración del internet, la adopción de nuevas tecnologías y limitará el emprendimiento. Colombia debería tener como prioridad todo lo contrario.