Salieron 500.000 | El Nuevo Siglo
Domingo, 12 de Mayo de 2019

Benedicto XVI abarca, genialmente, en su Encíclica Caritas in Veritate: “el desarrollo humano integral y de la sociedad resaltando el progreso uno material y uno espiritual, porque el hombre es “uno en cuerpo y alma”, nacido del amor creador de Dios y destinado a vivir eternamente. Destaca que el ser humano se desarrolla cuando crece espiritualmente, cuando su alma se conoce a sí misma y la verdad que Dios ha de germinarse en ella, cuando dialoga consigo mismo y con su Creador. […] No hay desarrollo pleno ni un bien común universal sin el bien espiritual y moral de las personas, consideradas en su totalidad de alma y cuerpo.

Pero, la cuestión social se ha convertido en una cuestión antropológica según el modo mismo de concebirse, de manipular la vida, la biotécnica, y el absolutismo encuentra su máxima expresión. La conciencia responde a una mera posibilidad técnica. Minimizando los escenarios para el futuro de la humanidad, endiosando la “cultura de la muerte”. Y a la plaga del aborto, se le podrá añadir en el futuro, una sistemática planeación eugenésica para los nacimientos”. 

No obstante Colombia aún tiene esperanza, todavía hay quienes tienen el valor de confesar y defender sus valores: el pasado sábado -pesar de un silencio discriminatorio por parte de los medios de comunicación- más de 500,000 colombianos marcharon a lo largo y ancho de Colombia en rechazo a las pretensiones de legalizar el asesinato de los niños más indefensos y débiles, con argumentos antinaturales pero eficientes. Los caminantes -de todas las edades, de todas las culturas, de todas las regiones- caminaron cantado en coro y a toda voz, recordado argumentos en favor de la vida, con eslóganes inteligentes y agradables.

Muchos de estos son los siguientes: Colombia, tierra de esperanza dice si a la vida, cantemos, cantemos, defendiendo las dos vidas. Gritemos todos, esta marcha es próvida. Rechazando el aborto yo viviré cantando Colombia tierra querida.  

No más asesinatos en Colombia: si a la vida.

¿Cómo no marchar? la vida es un derecho que tenemos que amar.

Vender órganos de niños abortados: es asesinar: si a la vida.

Lo decimos de frente: los derechos humanos comienzan en el vientre.

Quiero apostar por las dos vidas, yo quiero ser, yo quiero ser, próvida. Somos pro vida.

Es la hora, es la hora, es la hora de marchar: gritemos todos a uno, por la vida sin par.

Nosotros si las amamos: salvemos dos vidas, esperanza de América Latina.

Porque es el primer derecho, es el primer deber, defendamos a la vida y también la mujer.

Vamos juntos todos, cantemos, cantemos y gritemos con toda el alma, con toda fuerza: la familia y los niños se defienden se defienden, con toda el alma, con toda fuerza.

Biología no es eutanasia, no es muerte digna: Salvemos las dos vidas, Colombia es próvida.

Colombia unida, Colombia unida, dice si a la vida, no a la no vida: si a la vida.

Mirón, mirón, únase a la marcha, usted está aquí porque su madre no lo abortó.