Primero la rana, en 1952; después, en 1996, la oveja Dolly y ahora dos monos según el anuncio de científicos chinos. Genéticamente idénticos, hace un mes un macaco hembra dio a luz un clon, creado a partir de células de tejido, la misma técnica usada en la oveja y diez días más tarde nació el segundo mono exacto al primero. En los últimos tiempos se han clonado perros, gatos, ratones y distintas clases de animales. Descender de un mismo individuo por mecanismos de reproducción asexual antes se consideraba imposible quimera. El término clon lo incluyó en su libro El Shock del Futuro, Alvin Tofler, en el cual pronosticaba cambios radicales en las sociedades.
Los experimentos de los nazis impulsados por Adolfo Hitler para clonar seres humanos y preservar lo ario fracasaron. Gente inocente sufrió lo indecible. Dizque crear dobles sirve con el objeto de conseguir remedios contra el Alzheimer, degeneración progresiva de la memoria y otras enfermedades es una bomba. Si llega a concretarse la creación de clones ¿ellos pensarán y actuarán como dobles? Eso significaría la prolongación de la vida de alguna manera, así esté alejada de la idea de inmortalidad. Cuando esos cuerpos reproducidos por manipulación técnica, sin padre ni madre, compitan el concepto de libertad se alteraría. Conceptos de filósofos liberales, encíclicas de pontífices, argumentaciones de pensadores, se vendrían abajo.
Esas copias cambiarían la existencia en el planeta, el desarrollo de la personalidad tendría cambios. ¡Qué enredo para los teólogos demostrar que no hay clonación de almas! Los debates del medioevo fueron intensos, los que se inician ante la posibilidad de la clonación humana prometen ser interminables. En cuanto al sexo no suena hacer el amor con clones. El otorgamiento del permiso para que a uno lo reproduzcan es indispensable, sobre eso ningún Estado ha legislado y algunos prohíben la clonación. Japón impone multas cuantiosas a quienes realicen experimentos tendientes a producir retoños genéticos. Recuerdo que el presidente Bill Clinton solicitó al Congreso de los Estados Unidos prohibir esta clase de ensayos en 1998.
Los científicos chinos dicen que no es su propósito fabricar clones humanos, pero otros persisten en el empeño. El tema asusta, se relaciona con el orden mundial, inclusive toca aristas relacionadas con la superpoblación del planeta. No solo a a mí preocupa. Clonar líderes mundiales del siglo XXI no vale la pena, mejor que los sabios nazcan, crezcan y se reproduzcan naturalmente. La clonación referida a las razas desconozco la forma en que se efectuaría. El asunto debe profundizarse porque, a pesar de reproches y diferencias, hay serios indicios de que vamos hacia la clonación humana.