EN EL mundo hasta septiembre de este año, se han perdido US $258.000 millones por distintos desastres naturales que se han presentado en numerosos países, y Colombia no es la excepción.
De acuerdo con la firma Aon plc, dedicada a los servicios profesionales, destaca en su informe Q3 Global Catastrophe Recap 2024 que esta cifra es aproximadamente 7% inferior del promedio del siglo XXI (US $276.000 millones) y significativamente menor a las pérdidas registradas durante el mismo periodo del 2023, que fueron de US $351.000 millones.
Además, se estima que ha habido 13.000 víctimas mortales en el mundo a causa de estos fenómenos, siendo el número más bajo en 37 años desde 1986.
Así mismo, el reporte muestra que, a escala mundial, las pérdidas económicas aseguradas hasta finales de septiembre de 2024 fueron de al menos US $102.000 millones, cifra superior al promedio del siglo actual (US $79.000 millones). Esto resultó en una brecha de protección de seguros del 60% frente a estos riesgos, lo que representa una diferencia entre la cobertura esperada o requerida y la contratada. Cabe resaltar que, este porcentaje es uno de los más bajos registrados entre el primer y el tercer trimestre, y refleja un aumento en la asegurabilidad de este tipo de pérdidas.
Los casos
“De enero a septiembre de 2024, los eventos naturales más costosos en Latinoamérica han sido las inundaciones en el estado de Rio Grande do Sul, en Brasil, con pérdidas económicas cercanas a los US $5.000 millones y una serie de incendios forestales ocurridos en Chile que representaron pérdidas de US $1.000 millones. Además, globalmente se han registrado al menos 280 eventos significativos hasta septiembre, lo que ha llevado a pérdidas económicas globales de al menos US $258.000 millones”, afirmó Lina Toro, CEO de Reaseguros para Colombia, Ecuador y Perú en Aon.
“Aunque la industria de seguros ha desempeñado un papel crucial al cubrir una gran proporción de las pérdidas globales este año en comparación con periodos anteriores, la gestión de riesgos derivados del clima sigue requiriendo atención por parte de las organizaciones y gobiernos, que pueden tomar asesoramiento y modelos climáticos predictivos para mitigar impactos futuros”.
En Colombia
En el contexto local, el informe destaca un evento de catástrofe natural que ha sido el más significativo en Colombia durante la primera mitad del año y sucedió en enero, cuando hubo deslizamientos de tierra en el departamento de Chocó debido a fuertes lluvias en el sector, recordando que “a pesar del impacto del fenómeno del Niño en el resto del territorio colombiano, lo que resultó en una cantidad indeterminada de pérdidas económicas y la muerte de 37 personas”.
Asimismo, el Gobierno decretó en noviembre el estado de condición de desastre natural a varias regiones del país, con lo que se pueden agilizar las ayudas y suministros de recursos.
Los expertos agregaron que “de igual manera, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd) estima que con la temporada de lluvias cerca de 1 millón de personas de 537 municipios se podrían ver afectadas siendo las regiones Andina y Caribe las más afectadas por deslizamientos, inundaciones y remoción en masa”.
En Colombia, se espera que en los últimos meses de 2024 se sigan sintiendo los efectos. Según el Boletín de predicción climática del Ideam publicado en octubre, se anticipa un aumento en las precipitaciones en noviembre, con probabilidades del 45% al 70%, especialmente en las regiones Andina y Caribe, debido a la segunda temporada de lluvias. En diciembre, aunque se estima una disminución en el volumen de precipitación, se proyectan cantidades superiores a lo normal, con probabilidades iguales o superiores al 70% en esas mismas regiones. Esto podría impactar negativamente las actividades agrícolas, el tránsito y la infraestructura en las regiones más afectadas.
En otro apartado de su informe, Aon revisó cuáles han sido los desastres más costosos para el mundo y reveló que durante los primeros seis meses del año, el listado es encabezado por el terremoto de Noto, con US $17,9 millones; las inundaciones en el sur y centro de China, con US $6,3 millones; y la tormenta convectiva severa en Estados Unidos, con US $5,9 millones, así como las inundaciones en España por la DANA.