“Es hora de la disciplina ciudadana”
Cada día crece la angustia por la proliferación de personas contaminadas por Covid-19, las muertes que arroja y las carencias de los sistemas de salud avasallados por el imprevisible y arrasador tsunami. Los gobiernos han reaccionado de manera distinta, unos con alguna premura, otros tardíamente, y algunos paralizados por las consecuencias económicas que avizoran, lo que no ha permitido coordinación efectiva de sus esfuerzos. Mientras tanto, la pandemia se extiende vertiginosamente.
El expresidente Obama circuló en las redes un artículo del New York Times en el que un científico señaló 14 estrategias cuya ejecución podría contener la extensión del virus y poner fin a su naturaleza letal.: “1. Escuchar a los científicos. 2. Parar la transmisión entre ciudades. 3. Arreglar el desastre de las pruebas. 4. Encontrar a quienes tienen fiebre. 5. Perseguir a los contactados. 6. Conseguir tapabocas. 7. Mantener los servicios vitales. 8. Producir ventiladores y oxígeno. 9. Modernizar y construir hospitales. 10. Decidir cuándo cerrar.11: Llamar voluntarios. 12 Priorizar los tratamientos 13. Encontrar una vacuna. 14. La ayuda de otros países”.
Con excepción de las dos últimas, una que escapa a su posibilidad científica, y la otra que se extiende más allá de la voluntad de Colombia, nuestro Gobierno ha puesto en marcha la ejecución de esas estrategias, así como las medidas económicas necesarias para la protección de los más vulnerables y del sector productivo. Ha respondido con responsabilidad a los retos que hoy confronta, al igual que todos los gobiernos, de evitar que el pico de infectados reviente el sistema hospitalario, y de proceder a la implementación de las medidas económicas para mitigar los efectos de la recesión que se incuba y sus consecuencias sobre el desempleo, que amenazan con provocar una severa crisis social. Las medidas han recibido respaldo de todos los sectores de la vida nacional, que deben mantenerse en permanente concertación, como expresión de solidaridad de todos los colombianos.
Nadie, en forma solitaria, saldrá indemne de este cataclismo. Es hora de disciplina ciudadana, de colaboración para hallar la vacuna que se requiere y de la concertación para construir un marco legal de cooperación que promueva la recuperación. Es una oportunidad, sin igual, para restaurar la armonía y la precariedad de la cooperación internacional y de los organismos multilaterales, hoy alicaídos en el ejercicio de esas competencias. Un Nuevo Mundo asoma, con instituciones y prioridades que aún no develamos, pero que dependerán de la forma como superemos las dificultades del presente.
Otra de las medidas esenciales que deben hacerse una vez se detecta un contagiado, es saber quiénes estuvieron en contacto. Una vez contactadas, esas personas deberían aislarse por 14 días y medirse la temperatura dos veces al día, dice el New York Times.