Terroristas o asesinos, ambas cosas. Personas desequilibradas que actúan por fanatismo o dinero, quizás la dos, aunque algunos se inmolan. Esta práctica no es nueva, ha existido a lo largo de toda la historia de la humanidad, pero ahora está con más fuerza, se puso moda. Desadaptados que matan con sevicia, lo hacen cobardemente sin discriminación, solo a quien le toque el momento. No solo Colombia está siendo victima de aquellos que hacen de la muerte el objetivo de su vida sin importarles nada. La bomba del Andino acabó con la vida de tres jóvenes inocentes, dejando otras ocho gravemente heridas. En Londres, Manchester, Paris, Bruselas, Berlín como también en Estambul, Nueva York, Boston, Miami, Noruega y muchos otros lugares del mundo, las acciones de los terroristas o asesinos están azotando nuestras vidas.
¿Pero que es lo que está pasando por el alma y la cabeza de esta gente? Son una ínfima minoría cuyos perfiles son similares, personas que han tomado la moda de matar sin importarles sus propias vidas, poniéndolas en juego, gente sin futuro ni proyecto y menos conciencia, solo desadaptados que buscan un momento a través de los atentados.
Los yidahistas por lo pronto son los promotores de la modalidad terrorista actual con bombas, luego arremetiendo con carros, disparando indiscriminadamente y se ha vuelto una moda. Así como la moda de los tatuajes, del grafiti, los pelos parados y tantas cosas que expresan el inconformismo y la rebeldía, el malestar con la sociedad, el consumismo, la injusticia, las diferencias de clases sociales, la pobreza, la discriminación racial, el desequilibrio económico, el desempleo, la contaminación del planeta y tantas otras circunstancias que suceden en el mundo, se están produciendo terroristas o asesinos altamente peligrosos.
Los gobiernos están alerta ante este fenómeno social, que de no controlarse tomará más y más auge impidiendo que la gente acuda a los centros comerciales, a los espectáculos, eventos deportivos o artísticos, a sus oficios religiosos en templos, mezquitas, o manifestaciones pacificas o simplemente que transite por vías conglomeradas, es decir la población se encuentra sitiada por terroristas o asesinos.
En la medida que siga creciendo este terrorismo de moda, esa minoría que no obedece en algunos casos a organizaciones establecidas, salvo las conocidas como Al Qaeda, Isis, Hezbollá y otras menores, muchos de los atentados se producen por la moda del terrorismo como escape a frustraciones personales. ¡No hay causa alguna que justifique la muerte de inocentes!