Tocqueville afirma “la democracia ha sido abandonada a sus instintos salvajes; ella ha crecido como esos niños abandonados que se ven en las calles, con carencia de sentido paternal, y que no conocen la sociedad sino sus vicios y miserias”
Bajo ésta óptica podríamos decir que Venezuela está abandonada a los instintos salvajes del gobierno oprobioso de Maduro. Una crisis fuera de serie, con el 800% de inflación, pobreza absoluta, escasez de medicinas, etc.
Chávez hombre fuerte, ambicioso, quiso extender sus tentáculos a Colombia, Ecuador y Perú. Elogió el socialismo como un sistema basado en la solidaridad social y contrapuesta al egoísmo explotador capitalista. Favoreció a las Farc protegiéndolos en su territorio.
A pesar de que Chávez quiso inmortalizarse para la historia como el segundo Libertador de América, sus actuaciones nunca fueron comparables a las de Bolívar.
Este régimen de Chávez, influenciado por Cuba con Fidel y Raúl Castro, que fortalecieron y legitimaron a las Farc, fue al que tuvo que recurrir nuestro Presidente Santos para llegar a una terminación del conflicto en Colombia.
El presidente Santos, en su posesión en el 2010, se convirtió en el “nuevo mejor amigo” del presidente venezolano Chávez, contrariando las intenciones guerreristas del ex -presidente Uribe.
Para dialogar se necesitan dos, y fue así como nuestro presidente comenzó a sembrar la semilla de la paz en Colombia. Tuvo que demostrar su tacto y prudencia para mantener unas relaciones en armonía con nuestro hermano país, rigiéndose por convenciones propias de una sociedad civilizada.
Paso a paso convocó a los organismos internacionales para respaldar el proceso de paz. Fue así como en un acto solemne en el Teatro Colón, Timochenko y Santos firmaron el fin del conflicto de 52 años de lucha armada.
La colaboración de Cuba y de Venezuela para facilitar los diálogos, para que las Farc acudieran como mansas palomas a La Habana, es una razón suficiente para tragarnos los sapos de las incoherencias y atropellos del dictador Maduro.
Chistes de Maduro como el de proclamar en un medio radial que puede ser elegido abrumadoramente Gobernador del departamento de Norte de Santander, es otra incoherencia mental, a lo que de inmediato la población santandereana manifiesta su rechazo a esta intención de un dictador paranoico.
Este dictador abre y cierra la frontera cuantas veces se le antoja, perjudicando tanto a la población colombiana como a la venezolana. Y para rematar en una mañana, al despertar de otra alucinación, ordena sacar de circulación en un instante la moneda venezolana para cambiarla por otra, dejando a los venezolanos sin un centavo para adquirir artículos vitales, artículos además escasos. Una medida que ni siquiera un estudiante de primer año de economía ordenaría por inconveniente.
El haber firmado la paz y ganado el Nobel son las razones por las que nuestro Presidente Santos y los colombianos tenemos que andar casi con oídos sordos ante las alharacas de Maduro, que perdió todo el control del estado venezolano. Igual que el avión boliviano LaMia se le acabó la gasolina y ya anda volando bajo.