El general retirado, Michael Flynn, de 57 años, experto en inteligencia, asesor de Trump y consejero de Seguridad Nacional los primeros veinticinco días de mandato, cuando lo despidieron, está en aprietos, reconoce haber mentido al FBI sobre sus contactos con el embajador ruso en los Estados Unidos, lo tienen contra las cuerdas.
En sus conversaciones parece que tocó el tema de la condena de la Organización de Naciones Unidas a Rusia e Israel y pidió al Embajador no responder a la expulsión de treinta y cinco diplomáticos de su país, por la administración Obama. Así mismo, que manifestó el interés de Trump de colaborar conjuntamente en la lucha contra el terrorismo del Estado Islámico. Resulta curioso que por esos días Putin anunciara la decisión de no responder y que él lo elogiara, “siempre lo consideré muy listo”.
El general piensa testificar que fue su jefe, quien le pidió iniciar contactos con el Kremlin, ha adquirido el compromiso de colaborar en la investigación. La Casa Blanca, en las últimas horas, previendo que el problema crezca, emitió un comunicado señalando que todo lo dicho por el general solo a él compromete. Ante el FBI había reconocido sus diálogos con el Embajador pero afirmando que se referían a un proyecto de vacaciones, incurrió en falso testimonio al omitir el resto. El militar no es discreto, se le crítica igualmente por su contrato a sueldo con el gobierno de Turquía hace un tiempo.
Los políticos en campaña se enloquecen, olvidan la cautela, la imprudencia resalta y más tratándose de conseguir la victoria electoral para el candidato espectáculo. No son infidencias que conmocionen al mundo, en lenguaje popular podrían catalogarse como “metidas de pata” identificadas con un estilo al cual nos hemos referido en varias ocasiones. La injerencia extranjera en asuntos internos prevaleció en el certamen comicial de los Estados Unidos, pero el triunfo Republicano no se debió a ella.
Sin embargo, el escándalo aumenta. Es probable que el Presidente por salir del entuerto lo agrande. A propósito, ¿Qué hablaba también su yerno con el Embajador Ruso? La caída de Richard Nixon obedeció más que a la grabación de conversaciones de sus adversarios demócratas a ocultar pruebas y manipular lo ocurrido.
Queda mucha tela por cortar, lo privado y lo público se entrelazan, la noticia da para divagar, inflarla incrementa la audiencia de noticieros y medios. Putin sale mejor librado. El asunto sirve para que incluya un capítulo en su libro el periodista que prepara el informe en referencia a políticos y mentiras, en el cual ocuparán seguramente sitio destacado los de Latinoamérica.