Ocho millones de trabajadores colombianos no cotizan pensión. El país necesita una reforma pensional inclusiva para ese 74% informal. Si el sistema de ahorro no cambia, a 2050 el 60% de las personas en edad para pensionarse no recibirá ningún tipo de ingreso.
La estructura pensional de Prima Media ofrecida por Colpensiones toma el recaudo de los jóvenes cotizantes y se los entrega a los adultos mayores. El problema de este sistema es la transición demográfica. En 1980 habían 10,1 trabajadores por cada adulto mayor, en el año 2020 serán 5,4, y en el 2060 1,6. Ya no hay suficientes jóvenes cotizando.
El Estado colombiano destina 40 billones de pesos para subsanar el déficit del sistema pensional. Seis veces el recaudo de una reforma tributaria para menos de 1,3 millones de pensionados. Inequidad que debe ser corregida en la reforma.
Otro problema del sistema actual es que las semanas para pensionarse no se alcanzan. El 86% de los afiliados a los fondos privados cotizan entre 1 y 2 salarios mínimos y solo llegan a las 500 semanas. Entre 2013 y 2017, más de 600 mil personas no tuvieron los requisitos suficientes para pensionarse.
La diferencia entre el régimen público y el privado es que en el primero, si cumple con los requisitos, su pensión será equivalente al promedio de su salario de los últimos 10 años; en el segundo, su pensión será al ahorro y los rendimientos de los mismos durante su vida.
En consecuencia, si una persona que no cumple con los requisitos para pensionarse, y exige la devolución de sus ahorros, en el régimen privado recibe en promedio 35 millones de pesos, y en el público esa misma persona recibiría 4,8 millones. En este régimen prácticamente el ahorro es nulo.
Hay algunas propuestas que buscan subsanar los problemas y formalizar al 74% informal. Dentro del Plan Nacional de Desarrollo hay dos propuestas. Primero, se crean los Beneficios Económicos Periódicos Mejorados. Si una persona no alcanza las semanas suficientes para pensionarse, el Estado le propone tomar su capital ahorrado y subsidiarle un 20% adicional para que tenga un ingreso mensual de por vida. Un ingreso que deberá ser superior a la línea de pobreza.
Segundo, se creará un piso mínimo de protección social. Aquellas personas que devenguen menos de un salario mínimo mensual podrán afiliarse al régimen subsidiado de salud, al servicio social complementario de Beneficios Económicos Periódicos y a un seguro para riesgos laborales. El BEPS lo aportará totalmente el empleador. Con esta propuesta se estará empezando a formalizar el medio país estancado en la inobservancia.
Otras dos propuestas complementarias las han elaborado algunos académicos. Una de ellas es cambiar el programa de Colombia Mayor. Se propone darle universalidad para todos los mayores de 65 años y subir el pago mensual de 75 mil pesos a 150 mil pesos mensuales. Este será financiado progresivamente con la eliminación de subsidios del régimen de Prima Media a pensiones altas.
También se plantea la creación de un pilar solidario de pensiones para aquellos que no alcancen el capital para pensionarse pero que hayan cumplido 1.150 semanas de cotización -3 años menos del actual-. Estos podrán tener una pensión de salario mínimo financiada por el Fondo de Pensión Mínima mejorado.
El país necesita un sistema integral de pensión para la vejez. El 74% que no cotiza debe tener la oportunidad de hacerlo. El gobierno inició el proceso de formalización. Colombia deberá tener un sistema general de pensiones para aquellos que ahorraron toda su vida, un BEPS para aquellos que no pudieron pero que deben tener un ingreso vitalicio, y un Colombia Mayor para que todos nuestros adultos mayores tengan una vejez digna.