Vacunas e imaginación | El Nuevo Siglo
Lunes, 8 de Marzo de 2021

Oportuna compra y el adecuado manejo del inventario suele ser un dogma de la buena administración. La ansiedad que acompaña al primer eslabón del proceso de vacunación hace sentir la necesidad de ver todas las maneras posibles porque esta premisa se lleve a cabo. Útil es entonces su evaluación permanente, como elemento básico de la implementación de todo proyecto, y mirar qué han realizado los países de mayor eficacia como ver las posibilidades reales de vincular al sector privado.

Hoy, a sabiendas de la efectividad de la vacuna, al menos para reducir los riesgos de mortalidad y gravedad de la enfermedad, la gestión, en situaciones de emergencia, viene necesariamente unida a un asunto de agilidad y rapidez en la distribución y entrega del producto, para así asimilarlo.

En Colombia las puertas al sector privado no están cerradas, sin embargo, hay que estar preparados para cuando las farmacéuticas abran la venta a empresas particulares. Momento en el cual además las leyes colombianas con todos sus acápites, en aras de la protección a la vulnerabilidad, deben haber sido aprobadas, por supuesto, en el marco mismo del Plan Nacional de Vacunación.

Otra historia es buscar caminos para que la distribución de las vacunas asignadas por regiones se sume el sector privado, más aún cuando el nivel de vacunas recibidas sea mayor. A un mes de empezar la vacunación, el país completa algo más de dos millones de dosis de vacunas y se han aplicado 15%. Aunque el proceso tiene sus pasos, hay que aplicar la misma reimaginación que trajo el covid-19.

En Brasil, por ejemplo, se está adelantando la idea del Proyecto S, que busca a toda la población adulta de una sola ciudad, Serrana, cerca de treinta mil para poder alcanzar rápidamente la inmunidad y ver los efectos. El caso viene a colación no para hacer lo mismo si no para ver cómo encontrar la manera de mejorar la eficiencia de la vacunación.

No es razonable que en esta carrera sólo la tercera parte de los departamentos superen la aplicación de la mitad de las dosis asignadas. Países como Estados Unidos y Francia ya piensan en aplicar las vacunas desde los mismos supermercados, droguerías o incluso en estaciones provisionales sin bajarse del automóvil.

Cruzar experiencias con otros países puede ser una alternativa. El éxito del proceso de vacunación de Chile o de Israel puede ser una de ellas, lo importante es acelerar el ritmo que Colombia necesita, con la colaboración de las EPS, pues no puede ser que por razones de trámite el proceso no sea resilente y se rezague. 

*Presidente Corporación Pensamiento Siglo XXI

 Uribemariaelisa@gmail.com