Otro mandatario, otra candidatura. Lastimosamente, ser alcalde de Bogotá para algunos no es más que una jugosa oportunidad para fingir una supuesta capacidad de gestión, reunir recursos monetarios y políticos para preparar la campaña y saltar al Palacio de Nariño, eso sí, a costa de nuestros impuestos y el atraso de la ciudad.
Hoy, los bogotanos sabemos que nuestra influencer, perdón, ‘alcaldesa’ Claudia López está más que empeñada en su candidatura para 2026. Tan es así, que pareciera que dicho emprendimiento electoral le copa casi todo su tiempo y capacidad para enfrentar los graves problemas de la capital como lo son la pésima movilidad o la imparable inseguridad, los cuales, al parecer no son con ella.
Por eso debo decir que no para de impresionarme el ego y la fe que se tienen nuestros políticos, sobre todo, la mandataria. Diría uno que a una funcionaria que le quedó grande y fracasó -solo por mencionar uno de las decenas de ejemplos de su incapacidad ejecutiva- en frenar los colados de Transmilenio y educar a la ciudadanía para cuidar lo que, sin lugar a dudas, es uno de los principales patrimonios de nuestra ciudad, debería repensar siquiera su capacidad para manejar un país.
Aunque claro, por más cierto que sea lo que digo en el párrafo anterior, Claudia López debe decir: “Hermanito, si Petro pudo ¿por qué yo no?”. Argumento demoledor ya que, posiblemente, el peor alcalde de la historia de la ciudad es hoy quién dirige el rumbo de la nación. ¡Y así nos irá! Ergo, no hay nada imposible, pero sí mucho de perjudicial para el país, en estos ineptos funcionarios.
Es que. de verdad, el ego debe ser infinito. Mientras ella sueña y se cree el cuento de la presidencia, deja que el hampa decida la suerte de la ciudad y de los bogotanos. Puede ser que la mandataria logre pasar de agache ante la opinión en el tema de movilidad, así todos los indicadores al respecto sean contrarios y la ciudad figure como la cuarta más congestionada del mundo y la peor de Latinoamérica. En este frente, a punta de renders o planos digitales de las futuras obras se crea una ficción para generar una percepción positiva, así las obras sigan sin comenzar o estén siempre atrasadas o presenten exorbitantes sobrecostos como informa el descarado director del IDU.
En el frente de seguridad no hay render que valga. Como en la movilidad, casi todas las cifras son negativas y las que mejoran son saludos a la bandera. No obstante, la reducción en homicidios, la cifra total sigue siendo altísima en términos relativos.
Entonces, por supuesto tendremos a López como candidata, y está en su derecho. Sin embargo, aprovechemos para reflexionar si merece el voto y si queremos que otro mediocre funcionario, que habla mucho pero hace poco, llegue de nuevo al mando de nuestro país.