“Casas de vidrio”, la obra de Paul Rivet en el Museo Nacional | El Nuevo Siglo
“Misa de Pueblo”, de Roberto Pizano Restrepo (1896-1929), es una de las piezas que se podrán ver en la muestra, que se inaugurará este martes.
Foto Museo Nacional
Domingo, 19 de Diciembre de 2021
Redacción Cultura

Un debate sobre la diversidad humana desde la mirada del francés Paul Rivet, una figura de la antropología, se abre con “Casas de vidrio”, la exposición con la que el Museo Nacional cierra el 2021 con broche de oro.

“El Museo decidió finalizar este año con una exposición dedicada a enfatizar, reconocer y resaltar toda la diversidad que hay en Colombia a través de la mirada del antropólogo francés, que se llamaba Paul Rivet, quien vino al país y gracias a él se fundó el Instituto Etnológico Nacional, que hoy en día es el Instituto Colombiano de Antropología e Historia”, le dijo a EL NUEVO SIGLO Jimena Perry, curadora de la muestra que se inaugurará este martes.

¿Alguna vez se ha detenido a pensar qué tanta tolerancia tiene frente a quienes hablan, piensan, se ven o actúan distinto a usted? Esa es una de las tantas cuestiones que frecuentan esta exhibición con la que el Ministerio de Cultura y el Museo Nacional buscan honrar no solo la resiliencia y persistencia de la pluralidad de la vida de los seres humanos, sino también al médico y etnólogo Paul Rivet, quien dedicó la mayor parte de su vida a estudiar, entender y preservar dichas diferencias.

“Casas de vidrio” celebra la trascendencia de la diversidad humana y la vida académica y personal de Paul Rivet en su búsqueda de crear conciencia sobre las implicaciones políticas de la diferencia humana. “Al hacer un recorrido por su vida, entendemos la dimensión de su proyecto político y vemos cómo sus preocupaciones siguen siendo materia de investigación y reflexión”, señaló la curadora, quien trabajó para esta ocasión de la mano de Mayra Hernández Guzmán.

Además, comentó que “Rivet era una persona muy política, investigaba mucho y enfatizaba en la importancia de conocer a los demás para entendernos, respetarnos y llegar a una convivencia pacífica. En ese sentido, tanto al Museo Nacional como a mí y a mi asistente de curaduría, nos pareció importante resaltar, en este país, la importancia de convivir en paz, de acertar y reconocer al otro y de tratar de no llevar nuestras posiciones al extremo”.

¿Por qué "Casas de vidrio"?

Según Perry “el nombre de esta exposición invita a observar y ser observado, a construir puentes entre distintas formas de estar en el mundo, a entender que lo diferente no es peligroso y que la diversidad humana es un tesoro que debe protegerse a toda costa”. También es una celebración de las disímiles formas de vida que, aun cuando están en riesgo, persisten en el mundo.

Así mismo, indicó que esta exposición es una manera de mostrar que, a pesar del paso del tiempo, de guerras, desplazamientos forzados y voluntarios, la diversidad pervive, es inagotable y da lugar a nuevos mestizajes y sincretismos.

Al inicio del proyecto, “Casas de vidrio” fue pensada como un homenaje a Rivet y su obra, pero las curadoras querían llegar al corazón de los visitantes. “Nos dimos cuenta de que para llegarle al público era importante que las personas que fueran a observar se sintieran identificadas con lo que íbamos a mostrar. Por eso lo convertimos en una narrativa nacional sobre diversidad. Esperamos que los visitantes sientan que hacen parte de Colombia y que se cuestionen si en algún momento han sido xenófobos o racistas”.


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El recorrido

La exposición está dividida en cuatro espacios en los que se visibiliza el trabajo intelectual, político, académico y cultural de Rivet, al igual que su compromiso con el reconocimiento de la diversidad de las personas que habitan Colombia y el mundo.

Explicar lo diferente: qué es la diversidad humana, muestra cómo los recorridos, las expediciones por distintos lugares del mundo y el trabajo realizado durante los siglos XIX y XX por varios viajeros, investigadores, mujeres y hombres, entre los que se encuentra Rivet, permitieron reconocer y valorar diferentes maneras de pensar y existir en el mundo, con lo cual se transformaron los imaginarios existentes en Occidente sobre la humanidad y su diversidad.

Razas y racismo: el proyecto político de Paul Rivet narra la manera como diferentes creencias políticas, religiosas y culturales hacen que algunos grupos humanos consideren que la diversidad es peligrosa y, sobre la base de este prejuicio, desestimen, minimicen y violenten la existencia de otros hombres y mujeres. Por medio de su trabajo, Rivet se opuso a estos restringidos puntos de vista racistas que hicieron parte de las agendas políticas de algunos Gobiernos durante el siglo XX.

Museos, resistencia y academia cuenta cómo Rivet, a lo largo de su vida, fue profesor y estuvo muy relacionado con diferentes museos. Así, su legado más importante fue la creación del Museo del Hombre en París, el cual, a diferencia de los museos tradicionales de ese momento, sirvió para exhibir las formas de vida de los pueblos no occidentales. Dicha institución se concibió como un lugar dirigido a la formación de investigadores y como centro de acción política contra los Gobiernos autoritarios y racistas.

Diversidad reconocida presenta cómo, gracias al trabajo de Rivet y otros científicos sociales, hoy entendemos la importancia de defender y preservar la diversidad humana. El alcance del pensamiento del etnólogo francés se refleja en la creación y consolidación del Icanh, pero además, en virtud de su influencia, el concepto de diversidad se ha reafirmado en hitos como la Declaración Universal sobre la Diversidad Cultural promulgada por la Unesco y la Constitución Política de Colombia de 1991, hechos clave a partir de los cuales se defiende no solo la riqueza étnica y cultural, entre otras formas de diversidad presentes en Colombia, sino su trascendencia para impulsar el desarrollo democrático de la nación.

270 piezas

La muestra la conforman 270 objetos. Entre ellos se destacan un conjunto de máscaras, libros, acuarelas, ilustraciones, modelados en cerámica, grabados, fotografías de la expedición de Paul Rivet, una serigrafía de Débora Arango, un políptico de 15 fotografías, una corona de plumas, un bastón de mando, figuras de animales tallados en madera y un pañuelo tejido, todos estos últimos objetos elaborados por comunidades indígenas de Colombia.

Algunas de las obras exhibidas fueron prestadas por instituciones culturales como Museo del Hombre y Museo Quai Branly de París, el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural del Ecuador, Universidad de Campinas de Brasil, Museo Universitario de la Universidad de Antioquia (MUUA), Biblioteca Nacional de Colombia y Biblioteca Luis Ángel Arango. La exposición además contó con el apoyo de la Asociación de Amigos del Museo Nacional.