¿Qué impulsa la transformación digital en Colombia? Una apuesta conjunta por el talento, la innovación y el desarrollo. En el segundo semestre de 2024, el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (Ministerio TIC) y la Universidad Nacional de Colombia, a través de LAB101, impulsaron el programa Detonante Sofisticación de Soluciones Tecnológicas, una iniciativa que destinó más de $15.288 millones para el fortalecimiento del sector TI en el país. Este programa apoyó a 40 empresas del sector tecnológico, una organización étnica y capacitó a más de 6.000 ciudadanos en el uso de tecnologías avanzadas.

“La articulación entre el Estado, la academia y las empresas privadas y públicas es el motor para impulsar el desarrollo del sector TI en Colombia. Este programa demuestra cómo –trabajando juntos– podemos descentralizar el acceso a la tecnología, fortalecer la economía digital y llevar soluciones a todos los rincones del país”, destacó Mauricio Lizcano, ministro TIC.

En Colombia, la industria tecnológica se ha convertido en un pilar fundamental del desarrollo económico, con un crecimiento constante en los últimos años. Según cifras de Fedesoft (2023), actualmente operan más de 17.000 empresas en este sector, que generan empleos y dinamizan la economía digital. La convocatoria Sofisticación de Soluciones Tecnológicas recibió la postulación de 276 empresas, de las cuales 41 soluciones fueron seleccionadas, distribuidas en las categorías: Explorador (32,5%), Investigador (37,5%), Experto (27,5%) y Grupos Étnicos (2,5%).

Avances

El programa destinó más de 15.288 millones de pesos para el desarrollo y perfeccionamiento de estas soluciones, con un enfoque en la innovación tecnológica aplicada a las necesidades de cada territorio. Estas cifras reflejan el compromiso por descentralizar el acceso a tecnología y potenciar sectores claves, en el caso de las empresas beneficiarias del programa se enfocan principalmente en arenas tecnológicas como Comercio TEC (32,5%), Salud TEC (25%) y AgroTEC (12,5%).

El papel del sur de Colombia: retos y avances a pesar de los logros, la región sur del país continúa enfrentando desafíos significativos en términos de acceso y adopción de tecnologías digitales. Estas brechas se evidencian, por ejemplo, en el índice de innovación departamental, que evalúa pilares como la sofisticación de mercados, la sofisticación de negocios y la tecnología. Este indicador revela una marcada diferencia de 66.05 puntos entre Bogotá y Vichada (DNP, 2023).

Gracias al detonante de Sofisticación de Soluciones Tecnológicas, se han logrado avances significativos que contribuyen a reducir las brechas mencionadas y a impulsar el crecimiento regional. Este programa ha permitido el desarrollo de proyectos tecnológicos que conectan departamentos vecinos, fomentando la integración y el desarrollo económico. Entre los casos más emblemáticos se encuentran iniciativas que implementan soluciones tecnológicas conjuntas entre Meta y Casanare, así como el impacto positivo de proyectos en Atlántico que han beneficiado directamente a San Andrés Isla.

Estos resultados evidencian un potencial significativo para fomentar el emprendimiento local mediante el acceso a nuevas tecnologías, pero también dejan claro que es necesario adaptar los programas formativos y de implementación tecnológica a las particularidades de cada región.

Habilidades TEC

A pesar de los avances en la reducción de la brecha digital regional en Colombia, que mide las diferencias en la apropiación de las TIC entre los ciudadanos de distintas regiones (con valores más cercanos a cero indicando una menor brecha), persisten desafíos en la dimensión de "habilidades digitales", que abarca las cualificaciones necesarias para operar tecnologías.

Entre 2022 y 2023, aunque la mayoría de las dimensiones mejoraron, la brecha en habilidades digitales se amplió ligeramente, pasando de 0,538 a 0,540, lo que resalta la necesidad de fortalecer la alfabetización tecnológica. En 2023, el índice de brecha digital disminuyó en el 82% de los departamentos, con avances significativos en Bogotá, Valle del Cauca y Quindío, pero con retrocesos en regiones como Casanare, San Andrés y Norte de Santander, evidenciando desigualdades persistentes en el acceso y uso de tecnologías.