El déficit del presupuesto nacional, tras la no aprobación de la ley de financiamiento, tendrá una fuerte repercusión para el sector cultura. Así lo aseveró la Asociación Nacional de Música Sinfónica (ANMS), organismo que sufrió una reducción de más del 60 % de su presupuesto para este año.
Si bien en el año 2024 el Ministerio entregó recursos históricos a la ANMS ($23 mil millones aproximadamente), en 2025 se han asignado recursos supremamente inferiores para funcionamiento ($10 mil millones), cifra que para la Sinfónica es insuficiente y que, además, limitaría la operatividad de dos proyectos creados en 2023: el Coro y la Banda Sinfónica Nacional.
Ante esta difícil situación, EL NUEVOS SIGLO habló con Antonio Suárez, director de la ANMS, para saber de qué manera se mantendrá su labor cultural en el país y continuar con la robusta programación que se tenía para el 2025.
EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo le fue a la Asociación Nacional de Música Sinfónica, luego de varias giras internacionales?
ANTONIO SUÁREZ: Tuvimos uno de los años más importantes de la historia de la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia (OSN), con unos resultados increíbles. Los comentarios de la crítica aseguraban que la Sinfónica es una de las agrupaciones de música más importantes de América Latina y ese fue, en resumen, el resultado logrado el año pasado con la gira suramericana, con los conciertos de temporada en el Teatro Mayor, en el Auditorio León de Greiff, en la Fabio Lozano, en varias salas de Colombia y en los municipios más alejados del país. Tuvimos una orquesta que logró un nivel altísimo, representativo en la región y tal vez el momento sinfónico más importante de la historia reciente del país. Hubo muy buena conexión con las comunidades en los lugares más apartados de nuestro país, con músicos especializados.
ENS: Recientemente la ANMS emitió un comunicado sobre una baja en el presupuesto que afectará la operatividad de la Sinfónica. ¿De qué manera los impacta?
AS: Esto es lo más difícil de compartir, porque normalmente cuando tienes un resultado de un proyecto de vida, profesional, artístico, y en este caso con resultados históricos, las expectativas tienden a crecer, pero con este presupuesto están en riesgo la temporada 2025 y muchos de nuestros proyectos representativos, como es la invitación al Vaticano, a finales de febrero en la semana del Jubileo de los artistas, otro circuito de giras internacionales y la posibilidad de hacer grandes estrenos en Colombia. Nos va a costar hacer absolutamente todo, no vamos a poder hacer lo que nos habíamos planteado y justo en el momento en el que habíamos alcanzado una excelencia histórica es muy difícil transmitir un mensaje tan desalentador, luego de haber tenido un gran éxito en el 2024.
ENS: ¿Cuánto por ciento se redujo el presupuesto?
AS: En el 2024 tuvimos un presupuesto de $23 mil millones para la OSN, incluidas las giras nacionales e internacionales, la parte administrativa, artística y los diferentes rubros de la orquesta, como lo son la curaduría artística, la programación, entre otras. Para este año el presupuesto es de $10 mil millones, una reducción del más del 60 %, y eso nos afecta en gran medida. Por ejemplo, el presupuesto que teníamos asignado para los integrantes de la orquesta en el equipo administrativo y evidentemente nos afecta que tenemos una vocación de atención y especialización de los artistas nacionales, pero en lo que nos va a afectar enormemente, aunque estamos tratando de que no sea así, es en la circulación nacional e internacional, en los conciertos, en la temporada de giras, la contratación de solistas, directores de altísimo nivel que puedan participar en el país. Además, tenemos un proyecto que se llama Maestro, donde los solistas y directores más importantes del circuito latinoamericano se presentarían en las universidades, eso también desaparece, así como la Academia Sinfónica, uno de los proyectos que nacieron el año pasado y que ya era un referente en el país para mejorar el nivel de los músicos.
ENS: En ese caso, ¿cuáles son las alternativas de financiamiento?
AS: En este momento necesitamos el acompañamiento de la ciudadanía, el sector público y privado. Por ejemplo, para las actividades que vamos a desarrollar en las regiones necesitamos el apoyo de las gobernaciones; en los municipios, de las alcaldías, para estar de nuevo en Tumaco, en el Putumayo, en el Magdalena Medio. Ya estamos cerrando contrato para tocar con Andrea Bocelli en El Campín, también tenemos un circuito de conciertos, pero requerimos de donaciones, el apoyo de los ministerios para la movilidad de los artistas. El Teatro Mayor ya nos ha brindado su apoyo, ellos contratan a la mayoría de solistas y directores de renombre y nosotros los acompañamos en el recinto. Somos la única orquesta que pasa de tener un concierto a tener dos conciertos por cada temporada, eso quiere decir que ya tenemos un público sinfónico especializado en Bogotá, pero eso se puede ver sumamente afectado. Estamos muy agradecidos con el Mayor, que haya decidido apoyarnos de una manera importante y allí vamos a tener unos recursos que permiten cumplir con la temporada, pero de todas maneras nos toca hacer venta de servicios. Vamos a operar el Concurso Internacional de Violín, de igual forma otras estrategias, pero evidentemente nada puede suplir el apoyo impecable que deber tener una orquesta de esta magnitud y que tiene que venir normalmente del Estado.
ENS: Bajo este escenario, ¿cómo será entonces la programación de la Sinfónica este año?
AS: Tenemos programado una temporada con grandes solistas invitados. Siguiendo con el objetivo de consolidar la música sinfónico-coral, vamos a hacer que el 2024 quede pequeño con respecto al 2025, con mucha presencia de música del Renacimiento, música barroca muy importante; no vamos a renunciar a la ópera, tenemos una temporada con el ballet de "Cascanueces", es decir, una programación que va a consolidar a Bogotá como una de las capitales de música sinfónica en el mundo.
ENS: Ante este panorama, ¿cómo hacer que los jóvenes se interesen más por la música sinfónica?
AS: La música sinfónica es uno de los géneros más importantes de la historia, tenemos que brindarnos la oportunidad de apreciarla, el problema es que es un género que puede ser inmensamente adictivo y veces no hay la oportunidad de vivirla y disfrutarla. Desafortunadamente en nuestro sistema de reproducción y comercialización en el país y en el mundo está consolidado como algo de otro perfil y no hay los espacios suficientes para que la gente pueda explorarla, conocerla y disfrutarla, porque una vez que estás en ella no la puedes soltar, porque tiene profundidad, te llena de una energía, de una vitalidad, de una inspiración que una vez tienes ese contacto, quedas amarrado de por vida.
DESTACADO: Es muy difícil transmitir un mensaje tan desalentador, luego de haber tenido un gran éxito en el 2024